Esta semana continuaremos platicando sobre el género y la salud en las mujeres. El autocuidado de la salud se refiere a todas las acciones que debemos hacer para mantenernos sanos.

El autocuidado es algo que todas las personas debemos realizar. En este punto vale la pena señalar que la salud es el completo estado de bienestar psicosocial y no sólo la ausencia de enfermedad y es válido para hombres y mujeres.

Así entonces, la salud compete al cuerpo y a la mente. Hecha esta observación, en las mujeres el autocuidado debe  comprender desde una adecuada y balanceada alimentación hasta acudir a realizarse determinadas pruebas, como es la prueba para prevenir el cáncer cervicouterino (de  la matriz).

En  este aspecto es importante señalar que en algunos lugares muchas mujeres no tienen oportunidad de hacerse el papanicolaou (prueba de cáncer), sea porque viven en comunidades apartadas donde no tienen acceso a servicios de salud o por pena o porque requieren del permiso de la pareja para acudir a realizársela.

Este es un ejemplo de cómo la socialización del género puede influir en la salud de las mujeres, ya que las características que se atribuyen a hombres y mujeres influyen hasta el punto de determinar qué es correcto o no hacer.

Situación similar ocurre con el cáncer de mama, en el que es necesario que las mujeres se toquen o como dice un conocido eslogan: “Haz puch tu chuchú”. En algunos contextos para una mujer no es fácil tocarse, porque puede ser visto como algo malo.

Por hoy me despediré con este punto, que me dará pie a abordar la vivencia de la sexualidad en hombres y mujeres en siguientes colaboraciones. Feliz Domingo de Pascua.