Narrativa, de nuevo…
En esta ocasión, hablaremos de nuevo de 'La mujer nueva', de Carmen Laforet.
Ya hemos hablado de ella en alguna otra ocasión, hoy volvemos a hacerlo.
Su nombre: Carmen Laforet. El título de la novela que hoy leemos: La mujer nueva; obra ganadora del Premio Menorca en 1955, y del Premio Nacional de Literatura en 1956.
La edición: Destino libro, Barcelona, 2004.
La contraportada nos dice que la novela, escrita en los años cincuenta del siglo XX, durante la posguerra española, constituye una obra precursora de la literatura feminista en España; novela de liberación y de renovación; vista por Ramón J. Sender como la escritura que “nos da entera y sin disfraz el alma femenina desde dentro”.
La novela va precedida por un Prólogo, escrito por Israel Rolón Barada, en mayo del año de 2003; y de una Nota editorial elaborada por Jorge García López, de la Universidad de Girona.
La obra inicia con una dedicatoria, a Lilí Álvarez; a la que sigue una Advertencia, en la que se nos previene de no confundir el estilo literario de esta narrativa con la novela de costumbres; le sigue un Epígrafe, tomado de la Epístola de San Pablo a los Gálatas: “Porque respecto de Jesucristo, ni la circuncisión ni la incircunsición valen nada, sino el hombre nuevo…”.
El libro también incluye una nota biográfica de la autora; en ella nos dice que nació en la Barcelona de 1921, y falleció en el Madrid de 2004. Vivió en Las Palmas de Gran Canarias y en Madrid; estudió en la Facultad de Filosofía y Letras; obtuvo el Premio Nadal en 1944 con la novela Nada (que ya hemos leído algún otro sábado); es autora igualmente de La isla y los demonios, La llamada, y Al volver la esquina.
La protagonista de la novela se llama Paulina (quizá en honor al autor del epígrafe, podría yo imaginar…).
¿Leemos la última frase de la novela?
“Esa paz de Cristo ‘que supera todo sentido’, y que la envolvía enteramente, cuando regresaron hacia la casa”.