En una boyante actividad empresarial, constantes innovaciones en diferentes rubros y esfuerzos por todos lados para apoyar el movimiento emprendedor, hay un sector que está trascendiendo, no sólo por generar empleo y riqueza, sino por proponer soluciones de fondo, las llamadas empresas verdes o de tecnología limpia.

Luis Aguirre Torres, director de Green Momentum, quien preside del concurso Clean Tech Challengue (desafío de tecnologías limpias), movió conciencias entre estudiantes, empresarios y emprendedores cuando, en el Congreso internacional de Innovación “Sacaling Up” 2015, dijo que era más fácil inventar otro Facebook o encontrar al próximo Mark Zuckerberg que conocer pronto a otro Bertrand Piccard, fundador de la empresa Solar Impulse, quien, para probar que se puede vivir sin petróleo, desarrolló el primer avión que funciona con energía solar y este año tiene el reto de darle la vuelta al mundo.

En esta competencia que encabeza, de las más de mil propuestas que se recibieron en México, se escogieron 150, de ellas 10 de Yucatán, es decir una decena de empresas del Estado están innovando en tecnologías limpias y destacando nacionalmente.

Estos esfuerzos se suman a un crecimiento importante de este tipo de organizaciones. De acuerdo con la Asociación Mérida Verde, la cual realiza un estudio de mercado, en su encuentro del Día Mundial de la Tierra detectó que en 2014 se registraron 75 y este año el número se duplicó a 150, un indicador que apunta no sólo el aumento de un mercado, la oportunidad de negocio, sino un beneficio a largo plazo, necesario y que contrarresta la catarata de consumo de productos industrializados y de tecnología que contamina.

En este contexto, los esfuerzos  de los tres niveles de gobierno deben canalizarse de manera muy particular a estas iniciativas, que no se pueden clasificar de la misma  manera que el resto de los proyectos comerciales, y darles más impulso, porque las empresas verdes son el futuro que se está construyendo ahora y las que podrán ofrecer alternativas sanas para optimizar los recursos naturales y el alimento y aprovechar al máximo  la energía solar, combustible amigable con el medio ambiente.

Luis Aguirre también dejó una pregunta a las nuevas generaciones: “¿Para qué  innovar?  Cualquiera puede inventar el Facebook  pero no cualquiera la tecnología para que alguien pueda volver a escuchar, contrarrestar el cambio climático, devolver la dignidad”.