Se los dije: ante el vacío dejado por AMLOVE sobre el tema de la marihuana, que ha subestimado por cosas tan superficiales como las luchas sociales, Pemex y en contra de la corrupción, aparecerían personajes de naturaleza chuchística para ganar rating con esa materia pacheca. Y en efecto, antes de resolver el asunto de la inseguridad en Morelos, el nada grato Graco Ramírez ya anunció que se esforzará por legalizar la mota en una entidad modelo donde si no te secuestran en 20 minutos el rescate es gratis.

Supongo que el góber no sabía en qué tema insertarse para jalar algo de marca: el debate por la mística yerbosa o la falta de pago a las víctimas del casino Royale. Y se decidió mejor por lo primero, pues ni modo de decir que iba a resolverle el problema de la gandallez del dueño del casino, Raúl Rocha, que debe ser un alma de Dios.

Quizá, mientras este noble personaje se pone de acuerdo con su aseguradora para acabar de timar a quienes sufrieron las consecuencias de aquel atentando, se le debería pedir al entonces alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal (que tanto melodrama ranchero hizo para que no renunciar en medio de la tragedia) y a su hermano Jonás, especialista en quesos, le echaran la mano a quienes tanto han sufrido por aquel incendio provocado —afirma la autoridad— por Los Zetas.

Digo, aunque no estaría mal que a El Z40 le pidieran de la manera más atenta que se ponga con su cuerno para resarcir en algo sus monstruosidades, los Larrazábal Brothers deberían de aportar algo en una causa de la que salieron casi tan bien librados como Raulito Salinas, el muchacho chicho de la Conasupo gacha.

Antes las niñas querían ser princesas y los niños bomberos, ahora quieren Raúl Salinas para que todo el mundo les pida perdón, limpie su nombre y les devuelvan bien lavadito su dinero.  

Como sea, no está mal que la izquierda, o lo que queda de ella, busque recuperar la materia de la despenalización de la mariguana para que no se abandonada en las manos peludas del expresichente. Ya lo único que le falta para empujar su papel de mariguanero oficial es tomar el curso payasología con la policía de Monterrey.

La cruzada foxiana, sin duda, contribuirá a la reducción de los niveles de consumo: ningún pacheco honorable aceptará que el marido de Martita sea su proveedor. Pobre marihuana, trivializada por la derecha y tan manoseada por Los Chuchos, Graco y El Peje, que ni fuman ni cachan ni dejan pachequear.