Ni maestros ni yucatecos

Las protestas y llamamientos de los grupos no locales no han tenido la respuesta legítima del educador yucateco.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Al más puro estilo de protesta que en el Distrito Federal, supuestos maestros llegaron a Mérida con la declarada intención de exigir los derechos laborales de una maestra a la que la Secretaría de Educación Estatal (SEE), por medio de su Dirección de Educación Indígena, despidió, porque aquélla mentora abandonó su salón de clases para acudir a quejarse de las “reformas estructurales”.

Sin afán de agraviar a la maestra en el caso particular, hasta donde tengo entendido en el centro de trabajo la ecuación es sencilla: si te presentas y laboras como debe ser no pasa nada, pero si no lo haces, hay consecuencias, cualquier trabajador entiende eso.

Existieron algunos comentarios de gente que “pasaba por ahí” y que decía: La maestra, llámese como se llame, ya no quiere protestar, pero la están empujando para ello, la quieren hacer mártir; punto final. Se concluyó que el periodo para negociar con el gobierno local, con el cual al parecer se podría obtener la restitución de la profesora, terminó.

“La están utilizando”, surgió como comentario el pasado viernes mientras se instalaban unos cuantos maestros por segundo fin de semana consecutivo  frente al  Palacio de Gobierno en apoyo a la docente.

Esta movilización ha levantado cierto enojo entre los maestros yucatecos, toda vez que se ha visto que no es el sentir del profesorado local realizar estas acciones. Algunos grupos de cierto liderazgo, como el de Docentes Unidos por Yucatán, han tenido que suplir a los liderazgos oficiales de gremios de invención locales, como el Sitte y el Setey.

Ni se diga de estos sindicatos, cuyos dirigentes aparecen en las fotografías con autoridades de gobierno presumiendo logros gestionados, ante la sorpresa y no poco coraje de los que están propugnando realmente por esos logros.

Las protestas y llamamientos de los grupos no locales no han tenido la respuesta legítima del educador yucateco, que prefiere estar en su salón de clases y cumplir responsablemente sin perjudicar a terceros, así como privilegiar el diálogo, en lugar de buscar aquellas prácticas importadas del más puro estilo reaccionario.

El maestro local ya decidió luchar desde el aula.

Tal vez los de las protestas debieran hacer lo mismo: regresar no sólo a sus aulas, sino a los estados de donde vinieron.

Lo más leído

skeleton





skeleton