Podríamos empezar estas líneas con la célebre frase de doña Mireya, personaje del entrañable don Wilberth Herrera: “Qué calor, un poco de talcooo”, pero en esta ocasión no será porque Chaac está más retentado que el lío de las luminarias; la verdad ya no entiendo, que unas son amarillas, que otras son blancas, ahora dicen que otras son de ledz, aunque eso de ledz me suena a muchos que andan haciendo barba para agarrar hueso. Con eso de que todavía no se han repartido todas las delegaciones, hay varios que están calentando, esperando turno al bate… 

Y hablando de esperar, el otro día estaba esperando mi camión, de esos que casi no tardan y nunca dan parada, creo que parezco estudiante y por eso no paran, jajaja, cuando veo un grupo con pancartas, banderolas y repartiendo volantes y dije mare o ya empezó la campaña o mi camión anterior me llevó a Quintana Roo, pero nada de eso, eran los panistas que estaban haciendo borlote y repartiendo volantes para informarle a la gente que la adquisición de las nuevas lámparas es algo transparente y legal; mmmmm, eso ya es una actividad muy SANA…

La que no estuvo muy sana fue la campaña en las redes para que la gente no fuera a la plaza Altabrisa, porque les quisieron cobrar el estacionamiento. Se armó un alboroto más grande que el que están haciendo por Granier; a mí ni me da, ni me quita, a menos de que me cobren si voy en mi tricitaxi, pero la verdad, yo ni piso esos rumbos del alto pedorraje… 

Dicen que seguirán las lluvias, uay al que le llovió sobre mojado fue a Raúl Paz que no pudo dar su informe, quedó como pich, pero en sus espectaculares se le ve divis divis… 

Bueno les dejo, voy al único negocio que sí deja aurita. Nailon, nailon, nailon….