'No digas quiero, di agradezco'

Despertemos y renazcamos con una mente nueva y positiva, alegre y optimista. Todos debemos renacer para apoyar que esta transformación sea hacia la paz.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

¿Qué podemos hacer para atraer a nuestra vida aquello que queremos tener? Para responder esta pregunta tenemos que aclarar primero qué es lo que queremos, y después tener la conciencia de que “eso” no nos lo va a dar nadie, porque ya nos ha sido dado.

Dios nos da todo el potencial y lo tenemos dentro. Son nuestras memorias desconocidas y atascadas, que desde que nacemos las llevamos en la mente y no las hemos podido drenar.

Hay que aclarar que eso que deseas ya existe para ti. Eres tú quien lo va a crear. Agradécelo. Fíjate qué distinto suena que yo diga: “Quiero una casa”, a que diga: “Agradezco la casa de un baño y dos habitaciones... que ya existe para mí”.

Agradecer hace presente aquello que tú agradeces, lo traes aquí y ahora. Una persona que agradece es una persona que hace presente aquello que quiere. Pero, después, hay que abrirse a recibirlo, porque también puedes boicotearte sin querer.

Nos da trabajo recibir porque desde pequeños nuestros padres nos bloquearon para pedir y no recibir. Nos cuesta recibir porque nadie nos ha dicho: “Hijo mío, eres un regalo de Dios. Vamos a celebrar una fiesta por ser como eres”.

Ojalá hicieran esto los padres. En cambio, es posible que nos dijeran: “Si te portas bien, si sacas buenas calificaciones, si...”. Todo es condicionado y si te equivocas , te castigan. El niño que sabe equivocarse sin perder el amor de sus padres tendrá éxito en la vida. Será un adulto con una gran autoestima y sabrá que de los errores se aprende.

Hemos olvidado que somos amor, energía, luz y color. Cuando vivimos desde el amor vivimos en gozo, en creatividad, y cuando nos hemos separado de ahí, llevados por las memorias que acumulamos desde la infancia, como son la desaprobación de los padres, la critica destructiva, los pensamientos negativos que nos metieron en la infancia, es cuando sufrimos mucho y no nos sentimos dignos de nada.

En este momento crítico que vivimos, de crisis económica, de conflicto espiritual y de falta de valores. Es una oportunidad maravillosa de hacer un cambio en nuestras vidas. Empecemos el día de hoy a agradecer a Dios las cosas antes de recibirlas. Hagamos un examen de conciencia para reconocer las ideas fatalistas que nos inculcaron en la infancia.

Despertemos y renazcamos con una mente nueva y positiva, alegre y optimista. Todos debemos renacer para apoyar que esta transformación sea hacia la paz.

La oración es la debilidad de Dios. Pidamos al Creador que nos dé lo que necesitamos y no lo que deseamos. En nuestras plegarias no diremos quiero, sino diremos agradezco, como algo que ya nos fue dado y no hemos aprendido a disfrutarlo. Entendiendo que la palabra que más le agrada a Dios es...¡Gracias!.

Lo más leído

skeleton





skeleton