Pues estamos a unos días de que termine el Mundial de Futbol, tan polémico y plagado de irregularidades, desde los costos de la construcción de los estadios, que estaban más inflados que mis pantalones  -es que con tanta botana por los partidos, ya hasta los coches cuando me subo dicen: mare hija, de uno en uno.

Pero en fin, hace dos semanas festejó don Rolando el segundo aniversario de su triunfo en las urnas, con un evento en la Casa del Pueblo, que reunió entre 10 mil y 15 mil personas, y no faltaron las muestras de cariño y respaldo a su gobierno; también el alcalde cumplió 2 años de su triunfo, pero ellos no hicieron ningún tipo de festejo, ni siquiera en las redes los de su partido lo felicitaron…

Maaaa a los que sí felicitaron fue a los alemanes: qué forma de  dejar en ridículo a los brasileños, un partido que dolió más que el maracanazo de 1950 cuando perdieron la final 2-1 con Uruguay, y no es para menos si les metieron 7 goles, por sólo 1, el de la honra que metió Oscar.

Una paliza, casi como la votación para definir la reforma Telecom, que terminó 340 votos a favor por 120 en contra, casi un 3x1; eso también dolió, pero la verdad no entiendo cuáles son los argumentos del PRD para oponerse a que los ciudadanos paguen menos y dejen de ser objeto de abusos de las compañías de telefonía celular; mare hija, la neta se pasan, con todo lo que ya ganó, qué chechonea don Charlie. 

Y todo México está feliz, porque eliminaron a Holanda. Dicen 2 refranes: El que a hierro mata, a hierro muere, y Para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo, y digo esto porque a México lo eliminaron con un penal, y ahora a Holanda lo eliminan en penales, justicia divina diría mi chichi. ¿Será América para los Americanos?... y Mérida, ¿para quién será?... Por cierto, no era penal.