No todo es tranquilidad

Siguen en aumento los accidentes en la ciudad y la carretera; un día sí y el otro también, se leen los lamentables resultados del exceso de velocidad, falta de pericia, de visibilidad y cansancio.

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Somos una ciudad y un Estado tranquilos y seguros, pero los tres casos sobre los cuales hablaré creo que requieren atención, porque es evidente que algo está pasando.

Una madre que tomaba a su hija fotos o videos desnuda para enviárselos a su “pareja del momento”. ¿Es que a esa mujer la calentura le cocinó el cerebro? ¿Cómo pudo usar a una menor y, peor aún, su hija para ese fin?

Siguen en aumento los accidentes en la ciudad y la carretera; un día sí y el otro también, se leen los lamentables resultados del exceso de velocidad, falta de pericia, de visibilidad y cansancio de los conductores particulares y de transporte colectivo o masivo.

Al menos en uno de esos, el instinto de supervivencia del conductor de un triciclo de carga evitó que muriera aplastado; el chofer del camión responsable  admitió que no lo vio, se detuvo cuando escuchó el ruido. Por cierto, también otra vez un autobús contra el tren.

La liberación de un presunto asesino de su hermano y su madre porque los fiscales no pudieron comprobar ante el juez que el sujeto estaba vinculado a la escena del crimen. No es el primer caso y considero que es un punto que tienen que pulir mucho.

Los fiscales o tienen pánico escénico o les falta más capacitación. ¿Cómo llegar a una audiencia sin los elementos claves?

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