Como era de esperarse, Normando Medina Castro, nombrado ilegalmente como secretario general del municipio de Bacalar, ya que no cumple con el requisito de cinco años de residencia que establece la Ley de los Municipios, está comiéndole el mandado al alcalde bacalarense, José Alfredo “Chepe” Contreras Méndez, utilizando su colmillo largo y retorcido para mantener el control de los hilos en el Ayuntamiento.

Y es que comparándolo con Normando, el alcalde de Bacalar es todavía un niño en cuestiones de política, sobre todo si hablamos de la política sucia de golpes bajo la mesa en la que el ex director de la Cojudeq se mueve como pez en el agua.

Durante esta semana trascendió que desde la secretaría general Normando Medina orquestó un mañoso plan utilizando a los regidores –muchos de ellos novatos en estas lides- que, empujados por el funcionario con residencia en Chetumal, solicitaron un incremento de 10 mil pesos en su salario por considerar que su remuneración no es suficiente.

Y es que en Bacalar, los regidores están percibiendo un sueldo que con todo y la compensación llega a 32 mil pesos mensuales, que considerando que es un municipio pequeño y con escasos ingresos propios es más que adecuado, sobre todo si consideramos que la mayoría de los concejales no dan golpe, y ni siquiera se presentan en sus oficinas.

Además de estos 32 mil pesos, los regidores tienen la facultad de contratar a dos asistentes, asesores o achichincles, con sueldos que van desde los seis hasta los 10 mil pesos mensuales. Desde luego que los concejales priístas tienen mano cuando se trata de imponer personal con mejores salarios.

Sin embargo, picándoles la ambición, el secretario general logró que los regidores bailen al son que les toca, y si de casualidad se concreta este aumento para los miembros del Cabildo sea de manera abierta o por debajo del agua, el agradecimiento no será para Chepe, sino para Normando por ser el autor intelectual.

Con esto, el funcionario de negros antecedentes en la Cojudeq, en el ICAT y en cuanto cargo público ha ocupado, estaría logrando el control del Cabildo, misión que por lo visto se ha tomado muy en serio, pues mantiene comunicación permanente con regidores tanto del PRI como de la oposición.

De hecho, los funcionarios que quieren tratar cualquier situación o problema acuden más a Normando que al presidente municipal, lo que deja muy mal parado al liderazgo de Chepe, que a dos meses de haber tomado las riendas del Ayuntamiento aún no se siente cómodo.

Por el contrario, Medina Castro se desplaza en la laguna de los siete colores, dejando atrás al alcalde experto en cochinita pibil que tendría que poner más atención, pues ya lo dice el dicho: cría cuervos y te sacarán los ojos.