Nueve, nueve, nueve, nueve

El CRIT que está en Mérida recibe gente de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, ya que es el más cercano y tiene una lista de espera de 300 niños.

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Fíjese que esta semana fui Testigo Teletón e hice un recorrido por el CRIT. Estamos acostumbrados a ver las historias de los niños, contadas de una forma tan sentimental que uno pensaría que es un lugar triste y lleno de lágrimas, pero no. Es increíble ver la cantidad de niños que van al CRIT todos los días, de todas las edades y de todos los niveles socioeconómicos. Pero, sobre todo, es realmente admirable que ahí nadie es víctima, nadie es menos y nadie anda por los rincones llorando su desgracia, porque ahí van a hacerle frente a las condiciones que les tocó vivir.

En el CRIT Yucatán trabajan 100 personas y 70 voluntarios que atienden a mil niños con discapacidad neuro-músculo-esquelética. Diariamente van hasta 300 personas a recibir terapia, que puede ser física, de lenguaje, sensorial, de habla o psicológica, con un equipo de primer nivel. Tienen un robot al que suben a los pacientes con arneses y lo ajustan de acuerdo con el peso y la estatura, que les ayuda a caminar. Haga de cuenta que está uno en una película, sólo que esto es la vida real y, a través del espejo que tiene enfrente y en el que los niños se pueden ver caminando, se motivan a seguir las terapias para lograr hacerlo solos. 

Mientras estaba ahí había una niña, le calculo no más de tres años, con unas pesas en los pies e intentando recorrer un tramo de un metro y medio, compuesto por cuadrados. Iba paso a paso, metiendo un pie a la vez en cada uno de los cuadros. Llegó a la mitad y empezó a llorar, el terapeuta le decía que ya faltaba poco y le aplaudía y la niña logró terminar con una sonrisa en la cara. Sin necesidad de conocer su historia, el ver su carita de alegría al lograr caminar ese pequeño tramo me fue suficiente para entender que el Teletón es más que una cápsula o una televisora. Es una causa social sin mayor pretensión que ayudar a que las personas con discapacidad tengan una vida lo más normal posible. De hecho en una de las salas, que ellos llaman La Casita, a través de juegos les enseñan a abrir y cerrar puertas, a comer y hasta a pasarse de la silla de ruedas a ¡la hamaca!

El CRIT que está en Mérida recibe gente de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, ya que es el más cercano y tiene una lista de espera de 300 niños. Si usted quiere ayudar, lo puede hacer con un donativo económico (cuenta 9999 de Banamex), pero también puede convertirse en voluntario y donar su tiempo; donar ropa en buen estado; o donar cabello. Y si quiere hacer el recorrido, puede ir el sábado a la kermesse que harán y quizá hasta conozca a la ex Miss Universo Alicia Machado, que vendrá para la ocasión. 

Ya en serio, lo invito a ir, a recorrer y a donar. Los pequeños actos de solidaridad son los que alimentan el alma. Es una buena ocasión para empezar con el pie derecho las festividades navideñas.

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