Obesidad infantil, flagelo cabalgante
La otra fase de la 'desnutrición infantil en México es el sobrepeso', que afecta cada vez a más niños...
El desayuno es una taza de café y una tortilla con sal, en la comida del mediodía una ración de frijoles y tortillas, para la cena se repite la dosis de la mañana. Es el menú diario para Guillermo y Gabriela, de siete y cinco años; no hay para más.
¡No es una puesta en escena!, es lo que comen decenas de miles de niños en incontables comunidades del país. Carne, huevos y leche, cuando hay, se consumen en cantidad insuficiente para el óptimo desarrollo infantil.
Curiosamente hay otro tipo de desnutrición: “A Paco no le gusta la sopa, tiene seis años y prefiere la hamburguesa y los hotdogs que una sopa de verduras, y los refrescos embotellados que el agua natural”. A pasos agigantados, las estadísticas muestran evidente crecimiento de enfermedades crónico-degenerativas.
Se estima que 178 millones de niños menores de cinco años sufren desnutrición crónica (baja talla para la edad) en el mundo, la cual es responsable del 35% (3.5 millones) de muertes en este grupo de edad. En México, 1.5 millones de niños la padecen.
La otra fase de la “desnutrición infantil en México es el sobrepeso”, que afecta cada vez a más niños. Cuatro de cada 10 pequeños entre 5 y 11 años tienen problemas de sobrepeso y obesidad, con predominio de mujeres. El desequilibrio energético entre lo que comemos y utiliza nuestro organismo es la razón principal. Destaco las bebidas gasificadas y alimento chatarra como los victimarios. Estos menores tendrán más problemas cardiacos y respiratorios y muy probablemente sean más propensos a enfermarse.
Baste revisar la numeralia de problemas condicionados por sobrepeso: dos terceras partes de la población mundial habitan en lugares donde la obesidad se relaciona con otras enfermedades que causan la muerte. El 44% de la mortalidad por diabetes y el 23% de cardiopatías isquémicas son favorecidas por la obesidad. De los cánceres su asociación alcanza el 40%.
En una misma familia se pueden presentar las dos formas de desnutrición: niños con bajo peso y talla y niños con sobrepeso y obesidad, malnutridos. La vida y la salud de nuestros hijos deben tener prioritario interés. De ti depende cimentar su futuro para evitar lamentarnos de su fracaso. Súmate a la campaña de prevención contra la obesidad y enfermedades derivadas de la misma. Aporta de forma activa elementos de valor, que modifiquen este vertiginoso y enfermizo devenir que flagela a la niñez, futuro de nuestro Estado.