Obesidad, sexualidad y fertilidad

Las prácticas sexuales con "acrobacias" no pueden continuar con el mismo ritmo, sin embargo, la necesidad de vínculos afectivos, el sentirse querido, apapachado y el deseo no desaparecen.

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En semanas anteriores he revisado algunos aspectos de la actual epidemia de obesidad, su impacto a nivel físico y psicológico y sobre la función sexual.

Sin duda alguna, desde las prácticas sexuales, como parte de la sexualidad, es lógico pensar que con la edad pueden ocurrir  situaciones de salud que dificultarían la actividad, y si, además, sumamos la presencia de obesidad podemos imaginar que “las acrobacias” (por ejemplo el salto del tigre) en la cama -o la hamaca en el caso de los y las yucatecas- no pueden continuar con el mismo ritmo.

Sin embargo, la necesidad de vínculos afectivos, el sentirse querido y apapachado, el deseo no desaparecen. 

Por otra parte, señalé también el reporte de algunos estudios que asocian la obesidad con una mayor frecuencia de disfunción eréctil.

En esta colaboración me permitiré compartir algunos datos recientes que han asociado la obesidad con el riesgo de infertilidad.

En el caso de las mujeres obesas, es posible la presencia de alteraciones del ciclo menstrual, posible anovulación y en consecuencia la posibilidad de alteraciones en la fertilidad.

En el caso de los varones, evidencia reciente (Martini Ac y cols, 2012) presenta información sobre el impacto de la obesidad sobre la fertilidad masculina.

Aducen que ya desde 1992, Carlson y cols. señalaron que el número total de espermatozoides había disminuido al 50% en un período de 50 años.

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