El nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, exabogado general de la UNAM, Luis Raúl González Pérez, llega a su nueva encomienda con el mérito de haber unificado criterios de cuatro importantes partidos políticos de nuestro país y 97 votos de 107 senadores.

Podría decirse que eso nada de extraño tiene dada la impresionante trayectoria del ahora ombdusman nacional que además suma su experiencia en la misma CNDH, desde su creación, con Jorge Carpizo y Jorge Madrazo, en donde fue primero y segundo visitador general, secretario técnico del Consejo Consultivo, director general del Programa de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de Derechos Humanos -en su último informe, en el 2007, dijo que el ejercicio del periodismo en México representa “un gran riesgo y mucho peligro”- y director general de Administración.

En la Universidad Nacional Autónoma de México, además de actividad docente, ocupó distintos cargos administrativos, hasta su renuncia para contender por la presidencia de la CNDH.

Y por si esa trayectoria no fuese suficiente, también conoce las entrañas de la administración pública como director general de Gobierno de la Secretaría de Gobernación y luego subprocurador general de la República, concluyendo con las diversas hipótesis del asesinato del entonces candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta.

La capacidad de trabajo del flamante ombudsman nacional está pues fuera de toda duda y toma la estafeta de manos del Dr. Raúl Plascencia Villanueva, en momentos muy difíciles no sólo para el país, sino para el fortalecimiento, avance de la protección y respeto de los derechos humanos de todas y todos las y los mexicanos.

Es la sociedad en pleno la que ahora debe de cooperar desde su trinchera, poniendo su granito de arena para lograr ese tan ansiado respeto a las prerrogativas de la humanidad.