Oración
Llegan y preguntan al personal médico, y se informan que la señora sigue en la sala de operaciones...
La columna Viernes Cultural y El Transcriptor acuden, rapidísimo, al hospital a informarse de la salud de la esposa de un querido amigo, a quien llamaremos A. José, no se puede proporcionar mayor información, por tratarse de datos personales, protegidos por la ley de transparencia.
Llegan y preguntan al personal médico, y se informan que la señora sigue en la sala de operaciones y que la intervención quirúrgica durará ocho horas.
Empiezan a buscar al amigo A. José, y no lo encuentran, no obstante haber registrado casi todos los rincones hospitalarios, incluyendo los sitios donde se unen y reúnen los médicos y las enfermeras en sus ratos de ocio.
------------------
Entonces, alguien los orienta, diciéndoles que vayan a la capilla dedicada a San Expedito, el santo de los casos urgentes y difíciles, que ahí está un hombre, hincado y orando, desde hace horas. Y resulta que ese hombre era el amigo A. José.
Convienen, la columna Viernes Cultural y El Transcriptor, no interrumpir la oración, pero no pueden evitar escuchar las súplicas del marido ejemplar y acongojado:
“Señor, cuídala, sánala, por favor, pero si es tu voluntad llevártela, recíbela, Señor, con la misma alegría con la que yo te la mando….”.
------------------
De nada… Saludos.