Otra vez a brindar con extraños

Calderón, nos deja aquí arañando los recuerdos de un sexenio plácido, tan sereno y resplandeciente como su mensaje.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Ya que no estábamos acostumbrados al stand up comedy involuntario de Calderón, nos deja aquí arañando los recuerdos de un sexenio plácido, tan sereno y resplandeciente como su mensaje de despedida en cadena nacional que parecía producido por Pedro Torres y Ernesto Alonso. El detalle de la poética pluma Mont Blanc fue soberbio, aunque para los usos y costumbres de la metáfora tendría que haber recurrido a una Bic, para que quedara claro que no sabe fallar.

Se ve que le agradeció a todo el mundo su voto y su confianza, del último soldado raso hasta a su familia, pasando por una larga lista de mexicanos que no incluyó a los niños de la Guardería ABC ni a los caídos en la lógica de la narcofosa, seguramente por cuestiones de espacio. Explicación que también debe incluir a García Luna Productions, al que en los últimos días Jelipillo ha dejado abandonado a merced de las injurias y los linchamientos. De hecho, no se entiende por qué Calderón no se bajó de la tirolesa que con gusto fue a inaugurar para evocar los tiempos de promotor de turismo palaciego en el programa The Royal Tour, para ir a poner en su lugar a la senadora de Movimiento Ciudadano Layda Sansores, que después de dejar de jugar en su iPad se puso a regañar al aún por unas horas secretario de Seguridad Pública Federal en el peor estilo de La Barbie. No se vale. Sobre todo porque había hilvanado un coherente y científico discurso estilo Paco Stanley.

Nada más faltó que llegara a aquel recinto sagrado en una camioneta blindada con placas diplomáticas en cuya defensa trasera anunciara: “Florence Cassez was here”.

Pensándolo bien, el próximo profesor perínclito de Harvard (sí, ya veo a las lumbreras peleando por matricularse en la clase del profe Felipe de Jesús), también olvidó mencionar a grandes próceres de su gabinetillo, como Molinar Horcasitas, el héroe de las guarderías subrogadas del IMSS. Lo bueno es que pudimos ver su espeso bigote en la reunión de los tres grandes de la partidocracia naconal, donde se estuvo de acuerdo en hacer un gran pacto entre los tre-e-es. Eso está padre, porque cuando PRI, PAN y PRD se traicionen al ritmo del Gangnam Style (remember la reforma laboral), aquello hará ver al cerco de San Lázaro como una balacera en Tres Marías.

¿A dónde iremos, veloces y fatigados, ahora que Jelipillo de aquí se nos va? Otra vez a brindar con extraños… aunque sean malos por conocidos y no buenos por conocer.

www.twitter.com/jairocalixto

Lo más leído

skeleton





skeleton