OTY: asignatura pendiente

La OTY está dentro de los gastos de los grupos musicales de la Sedeculta, sin darle un lugar preponderante a pesar de su valor en la sociedad, ante otros estados e incluso países.

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La identidad de Yucatán, reflejada y actualizada en cada arreglo de las melodías de la Orquesta Típica Yukalpetén, es un valor que no tiene precio, sin embargo sí necesita presupuesto para seguir haciendo la labor de difusión, rescate y preservación de las composiciones que sostienen más de 70 años de tradición musical.

Si esta realidad es innegable, y siempre en Yucatán se presume su título de Embajadora Musical del Mundo Maya, ¿por qué esta institución no cuenta con un fideicomiso garante, como la Orquesta Sinfónica de Yucatán con recién 10 años cumplidos (aunque con antecedentes más antiguos)?

Con la entrada del nuevo secretario de la Cultura y las Artes, Roger Metri Duarte, sigue esta asignatura pendiente para promover ante las autoridades correspondientes  la posibilidad de que la OTY tenga garantizado un presupuesto para seguir laborando, independientemente de la alternancia y cambios en los programas culturales, reconociendo su riqueza  y comprometiéndose a sueldos dignos y un impulso mayor.

Desde enero de 2008,  con un apoyo de 29 millones de pesos, se activó el Fideicomiso Garante de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, cuyo propósito es generar más recursos y sentar las bases para la consolidación y desarrollo de esta institución musical, considerada una de las mejores del país.

Desde entonces el Gobierno del Estado destina un monto a este órgano; de acuerdo con los datos del presupuesto ejercido de enero a diciembre del 2013, más de 26 millones se etiquetaron para la OSY, de los 201.518,158, que le tocaron a la Secretaría de la Cultura y las Artes.

La OTY, sin embargo, está dentro de los gastos de los grupos musicales de la Sedeculta, sin darle un lugar preponderante a pesar de su valor en la sociedad, ante otros estados e incluso países.

En este sentido no son antagónicas la OSY y la OTY, sino complementarias de la realidad cultural de Yucatán, porque revelan la diversidad, riqueza y aprecio por las artes musicales, y por lo tanto deben recibir un trato, en la medida de lo posible, equitativo.

Para este fin, al igual que en el proyecto de la Sinfónica, se necesitará de un trabajo coordinado de gobierno, autoridades culturales e incluso sociedad civil y el sector empresarial, para sostener la iniciativa y lograr que se garantice la permanencia de la Típica Yukalpetén a través del tiempo, las personas y los gobiernos.

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