Pachucos, chulos y chundos, chichifos y malafachas

Los senadores sudaron la gota gorda que, ante el asedio de los maestros disidentes, tuvieron que moverse a pata o en bicla.

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El problema de anunciar urbi et orbi que vas a organizar la megamadre de todas las megamarchas es que todos toman sus providencias. Por eso las cosas no se pusieron incandescentes: las personas dejaron sus autos y tomaron el Metro, los que no tenían que ir a la zona mejor se echaron un café y quienes irremediablemente debían cruzar la delgada línea roja se encontraron con que había una razonable capacidad de maniobra. Los únicos que realmente sudaron la gota gorda fueron los senadores que, ante el asedio de los orcos de la educación a su Gondor de pacotilla, tuvieron que moverse a pata o en bicla. 

Bonita imagen de estos legisladores tratando de pasar desapercibidos, disfrazados de pachucos, cholos y chundos, chichifos y malafachas. Digo, compatriotas de la onda sedentaria y que se quedan jetones en la curul o se la pasan en comilonas dizque para grillar o jugando Candy Crush mientras sacan al vapor todo lo que le diga su jefe de grupo parlamentario. 

Claro, nos hubiéramos ahorrado toda esto si desde el principio la reforma educativa hubiera afirmado que las evaluaciones no solo eran para el profesorado en éxtasis, sino también para que funcionarios, burócratas y Godínez pudieran demostrar que sus altos ingresos eran acordes con su labor y consecución de sus objetivos. 

Digo, algo así nos hubiera permitido valorar el paso de doña Marisela Morales por la PGR. Según ha podido colegir Carlos Loret, a partir de unas dudas existenciales de la DEA, la damisela podría haber estado involucrada con una suerte de trabajo grupal que le permitía cobrar, mediante terceras personas, las recompensas por los datos que de manera anónima aportaba la ciudadanía para apañar a narcos como El Lazca.

Bueno, cuando se les podía decir narcos a los narcos, pues con el nuevo lenguaje oficial se han desterrado toda clase de malsanos términos. Ya los cárteles no son tales, sino tiendas de conveniencia, las narcofosas pasarán a ser  espacios recreativos y los sicarios serán buleadores con capacidades distintas. La semántica al servicio de la patria.

Como sea, la doña Morales era vivilla desde chiquilla. A lo mejor no le salían los michoacanazos, pero esto le salió de rechupete. Seguramente la van a llevar también a Harvard, pero como objeto de estudio. 

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