Cuando comenzamos algún proyecto estamos emocionados y cegados ante lo que estamos haciendo y no nos damos el tiempo de visualizar de manera global todos los sucesos que podrían estar presentes, es decir, los momentos de éxito, pero también los momentos de fracasos. Es sobre estos momentos a los que quiero hacer referencia.

Pongámonos detrás de nuestras orejas que no todos los proyectos empiezan con éxitos y números positivos; por lo general los proyectos comienzan con obstáculos, puertas cerradas, muros del NO PUEDO, VEN A VERME DESPUES, AHORA NO TENEMOS PRESUPUESTO o incluso con ninguna persona parada en tu local.

Pero, yo les pregunto: ¿esto es un fracaso?, ¿estás haciendo mal las cosas? Y la respuesta a la que muchas veces recurrimos es a la historia del pasado como puede ser: si yo no hubiera hecho esto no estaría pasando por esto, si yo no hubiera abierto mi tienda no tendría la presión del préstamo que hice. 

Pero lo único que hacemos al recurrir al pasado es tratar de engañar y maquillar nuestro presente. Lo que debemos hacer es estar orgullosos de lo que hemos logrado, fundado o en lo que estamos trabajando, ponernos metas y cumplirlas pero sobre todo tener paciencia y recordar que Para atrás… ni para tomar impulso.