Yo soy yo y tú eres tú. Yo no estoy en este mundo para llenar tus expectativas ni tú para llenar las mías. Cuando tú y yo nos encontramos… es hermoso… y cuando no, no hay nada que hacer que hacer.- Fritz Perls (Gestalt)

El pensamiento evoluciona, lo que vemos hoy de una manera puede ser totalmente distinto a cómo lo veíamos ayer. Por eso, no vale lamentarse de las decisiones del pasado, ya que se ha vivido un poco o mucho más y el conocimiento, la experiencia y el horizonte se han ampliado permitiéndonos ver aspectos que antes desconocíamos. Ya no somos la misma persona que éramos en aquel otro momento. 

No seríamos honestos si tratáramos de complacer a alguien dejando de ser el centro de nuestra propia vida o pretendiendo ser como otra persona e intentando vivir cómo “debiera” ser, en lugar de vivir cómo uno es. La autenticidad no se negocia, ¡así de sencillo! 

Hacer lo que va en contra de nuestros principios y valores es un suicidio lento pero seguro, ya que se pierden el equilibrio, la dignidad, la serenidad y la salud. Se vive tenso por la traición a sí mismo y también al reconocer el perjuicio que aquella actuación incongruente ha acarreado a otras personas directa o indirectamente. 
Para estar en armonía se tiene que desarrollar una nueva actitud tomando en cuenta que vivimos en un mundo cambiante. Al actuar con rectitud nos sentimos en consonancia con el universo y con gran energía para aceptar las diversas situaciones y vivirlas inteligentemente. 

Para relacionarnos, generalmente tratamos de entendernos, eso es algo intelectual; sin embargo, el que yo te entienda no quiere decir que te acepto; hay algo, a mi juicio, mucho mejor: comprenderte, es decir, me doy cuenta también de lo que sientes y entonces es más fácil aceptar y dejar de descalificar lo que dices y haces, simplemente porque eres tú y no yo. Algún cambio en tu pensar, actuar y estilo de vida será cuando tú quieras, cuando sea tu momento y sólo a ti te corresponde. Curiosamente los cambios se dan cuando la persona no se siente presionada. Ojalá lleguemos a la conclusión de que, cuando uno se permite ser quien es, entonces se es la mejor persona que se puede ser. Puedo descubrirme diariamente para ser Yo y siendo Yo, estoy bien y cada día puedo ser y estar mejor. 

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.