Parece no tener fin
Los dos anuncios más importantes: la tarjeta de identificación única que controlaría la Segob y la desaparición de todas las policías municipales, para convertirlas en un mando único de 32 cuerpos policiacos.
Día a día se complican los escenarios, día a día se nota más irresponsabilidad en el gobierno al no encontrar a el o los responsables de los 43 estudiantes muertos de Ayotzinapa. Basta con echar una mirada a Iguala, Guerrero, y analizar fríamente y sin sentimientos a los culpables de este asunto que, aunque parece complicado, no lo es tanto.
Si nos dedicamos a cuidar nombres y personas y los intereses políticos que les acompañan, no se resolverá y sí los mexicanos perderemos más de lo que se ha ganado.
El exgobernador de Guerrero, el expresidente municipal de Iguala y su esposa ¿dónde están, qué papel juegan en la investigación, ya declararon, ya se les acusó de algo?
Seguro no quieren problemas con el PRD. Están esperando a que el tiempo lo aplaque todo, pero no creo que sea la regla de oro que funcione.
Hasta aquí en Mérida, donde nada tenemos que ver con los líos y pleitos, ya se empezaron a mover los enemigos y empiezan las protestas de jóvenes y padres de familia, quienes lamentablemente la información que tienen es totalmente ajena a la realidad.
Escuchaba a López Dóriga por radio el lunes en una entrevista con el secretario de Gobernación, y entre las preguntas más importantes aparecen dos que llaman la atención: la tarjeta de identificación única que controlaría la Segob y la desaparición de todas las policías municipales, para convertirlas en un mando único de 32 cuerpos policiacos.
Si lo que se quiere es un régimen de control absoluto a través de las policías, lo único que se logrará será una gran corrupción y depender de mandos superiores, tan superiores que serán inalcanzables para la mayoría de los mexicanos.
En cuanto a la base de datos de la cedula única de identificación, también es riesgosa porque la gran cantidad de información que se tendrá podría caer en manos de gente deshonesta y se acaba todo.
Recordemos que se inició un Registro Nacional de Automóviles y las autoridades, incluyendo en aquella época a Gobernación, le ofrecieron a los mexicanos limpieza y transparencia y resultó que el tal Ricardo Miguel Cavallo, que era el director del Renave, era una ficha registrada por la Interpol como fascista ligado al crimen y el contrabando. Se dio marcha atrás al programa.
Pero lo capturado en archivos no desapareció y se fue a Tepito para su venta a los delincuentes.
Donde están el exgobernador de Guerrero y la pareja de Iguala allá están las respuestas.