Participación social y salud pública

En relación con la hepatitis, además de proporcionarle agua potable a la población por parte del gobierno, lo más importante es que la gente adquiera buenos hábitos higiénicos en su alimentación.

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La participación del gobernador Rolando Zapata Bello, la semana pasada, como brigadista de la Campaña contra el Dengue, en una de nuestras comunidades , constituye una muestra de su preocupación personal por atender los problemas de salud de la entidad, destacando la importancia de la participación ciudadana para colaborar en la erradicación de las circunstancias que hacen posible la proliferación de las enfermedades estacionales como el dengue, la influenza y la hepatitis.

Preocupación que, traducida a su programa de gobierno, mediante las acciones de las instituciones de salud  del gobierno y la colaboración de las corporaciones privadas del ramo, tan buenos resultados dio en su primer año de gobierno, cuando se consiguió reducir de manera sustancial  el número de casos relacionados con el dengue y la influenza, A H1N1 básicamente.

El objetivo del acto que protagonizó consiguió traducirse, con auxilio del efecto mediático inherente a todos los actos públicos de gobierno, en una convocatoria para que la gente con su participación, erradicando los charcos y basureros de su casa, patio y entorno próximo, logre cerrar la pinza, cuyo otro elemento es la fumigación en el caso del dengue por ejemplo, para combatir las enfermedades.

La vacunación de la población más vulnerable a contraer la Influenza, niños, adultos mayores, embarazadas, diabéticos y enfermos crónicos, así como la consulta a las instituciones públicas y privadas ante la aparición de los primeros síntomas de ese padecimiento -cuadro gripal fuerte y temperaturas altas-, puede evitar que se contraiga la enfermedad o que sus consecuencias sean graves o fatales.

En relación con la hepatitis, además de proporcionarle agua potable a la población por parte del gobierno, lo más importante es que la gente adquiera buenos hábitos higiénicos en su alimentación, por lo que se recomienda dejar de consumir alimentos en las calles. Una buena medida es dejar de consumir comida en los negocios que no cuenten con servicio de agua potable y baños.

El incremento estadístico de los casos de hepatitis, con respecto a los años pasados y a las demás entidades del país, tiene su origen, conforme a la perspectiva de la Secretaría de Salud, en la implementación, el año pasado, de un sistema riguroso de información que cuenta con la cabal participación de las instituciones médicas particulares. Así los datos obtenidos en el ejercicio pasado pueden constituir la base tanto para una adecuada medición sobre la incidencia de la enfermedad como para su combate.

No hay que bajar la guardia confiados en los buenos resultados obtenidos el año pasado en el combate del dengue y la influenza, sino redoblar esfuerzos hasta conseguir que las acciones de prevención de las enfermedades constituyan un hábito, nuestra tarea de todos los días, es el mensaje de nuestro gobernador. Y tiene razón.

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