Patadas a la cultura

La librería Educal, ubicada en el primer cuadro de la capital, ha sido reducida a su mínima expresión, precisamente cuando son necesarios este tipo de establecimientos...

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La librería Educal, ubicada en el primer cuadro de la capital, ha sido reducida a su mínima expresión, precisamente cuando son necesarios este tipo de establecimientos que definen las cualidades de una ciudad.

A principios de 2000, por una acertada gestión de Norma Jiménez de León, titular del Instituto Quintanarroense de la Cultura (IQC), fue establecida esta librería en el Centro Cultural de las Bellas Artes, donde fue fundada la escuela socialista Belisario Domínguez, en la avenida de Los Héroes.

Pero esta librería fue desalojada con criterios burocráticos que siempre se imponen, por lo que fue reubicada a la entrada del  abandonado Museo de la Cultura Maya. Ahí permaneció por una buena temporada, hasta que hace unos meses fue ubicada en un local difícilmente ubicable, demostrando el desprecio de ciertos burócratas a la cultura de la que viven sin apuros, y sin el menor compromiso con la sociedad.

Sabemos que los representantes de las librerías Educal hacen convenios con las instancias culturales para instalar sus negocios, de tal forma que los institutos o Secretarías de Cultura proporcionan el local y aportan otros apoyos, a cambio de contar con una librería de prestigio que ofrece diversos productos, incluidos discos compactos y obras infantiles.

Lo peor es que el local del que fue desalojada  la librería Educal permanece desocupado desde hace meses sin la menor explicación, dando un mal aspecto a la entrada del Museo de la Cultura Maya que vive una lastimosa época de decadencia.

Y al paso que llevan los burócratas de la Secretaría de Cultura, dentro de poco a la librería Educal le asignarán un puesto en el mercado Altamirano, al lado de una carnicería invadida por las moscas. Cuestión de tiempo, porque la idea debe estar latente.

A todo esto, las ferias del libro han sido canceladas en Quintana Roo desde hace años, con el novedoso  pretexto de la falta de recursos, aunque más bien la crisis es de capacidades y compromiso de unas autoridades que permanecen muy cómodas en el reino de los sueños.

Incluso, dejaron de publicar la agenda cultural, donde se publicaba cada mes la programación de los eventos de todo el estado, efectuados en sus casas de cultura, piezas del mes en los museos, obras de teatro y la cartelera del cine de arte Kokai, ubicado en las instalaciones originales del IQC, frente a la 34 Zona Militar.

De hecho, este cine permanece abandonado, pese a que fue remodelado hace dos años. Y vaya que hacen falta cines de arte.

Y pensar que la Secretaría Cultura fue creada con la certeza de que superaría al Instituto Quintanarroense de la Cultura. Pero los burócratas actuales no tienen el menor compromiso con la cultura y con su pueblo.

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