Peca el que mata la vaca y el que le agarra la pata

Esta me la ganó Whitcomb: si el fluido huele a combustible, arde como combustible y está bajo un expendio de combustibles, no hay vuelta de hoja, ¡es combustible!...

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Esta me la ganó Whitcomb: si el fluido huele a combustible, arde como combustible y está bajo un expendio de combustibles, no hay vuelta de hoja, ¡es combustible! Se trata de un asunto de sentido común, pero las autoridades estatales porfiadas en aparentemente amañados dictámenes de especialistas de Pemex, mejor dicho, amigos cercanos de Víctor Alcérreca Sánchez, andan dando bandazos con el asunto del derrame de gasolina en los alrededores de la franquicia denominada Servimar, con argumentos de que el carburante vendría de otro lado o que se habría acumulado por 25 años, porque asumen que se trata de gasolina Nova.

Y dije en los alrededores de esta gasolinera, porque nadie ha dicho de dónde proviene la mezcla inflamable, siguen especulando con la proporción de combustible mezclado con agua, la pipa contenedora continúa en la estación Garabana, y ahora, luego de que otros especialistas de la misma paraestatal avalaron que el asunto pasara a manos de la Profepa, esta le tira la bolita a Protección Civil, que deberá determinar el origen del derrame de hidrocarburo mezclado con aceite, detectado bajo una estación de servicio que ya presentó una circunstancia de peligro. 

Ni siquiera cuando se descubrió el derrame en la gasolinera Handall, hace una década, hubo tanta parsimonia ¡Y miren que don Antonio Handall (+) era un personaje influyente en la sociedad chetumaleña.

Si no, pregúntele a su nieta Lizeth, orgullosamente de acá, aunque su corazoncito sea Azteca (de la UDLA). Si bien recuerdo, el empresario aceptó el daño y cubrió la sanción, renovando sus instalaciones.

O pregúntenle a Zamarripa. También estuvo en ese incidente, cuando apenas había cuatro o cinco estaciones de servicio de Pemex en la ciudad.

Aquí el asunto apesta, y sólo me voy a referir a lo que pude captar durante los primeros días del altercado – que se ha querido minimizar– sin pretensión de ninguna especie.

Lo que vimos en las alcantarillas fue gasolina. ¿De qué tipo? De la que arde cuando le acercas un cerillo. La gente de Pemex que llegó un día después del accidente se encerró con el administrador del vetusto inmueble durante más tiempo del que permite la suspicacia. Luego, una empresa avalada por Pemex extiende una constancia de hermeticidad de sus tanques y conductos.

Entonces, el registro que se halla detrás del inmueble, que fue supervisado por los especialistas y que en ese momento hasta olía a rosas, pero que a la mañana siguiente amaneció rebosado con combustible ¿qué? Se veían dos tubos con sendos mecanismos en el extremo, acaso sensores, tan viejos como la troca que me mueve por estas calles citadinas, con la diferencia de que yo si le invierto en mantenimiento y ese dispositivo lucía abandonado.

¿Por qué en la clausura precautoria realizada en primera instancia por la Profepa se dejó abierto el acceso a personal de la gasolinera? 

¿Y ese ofrecimiento de Marco Antonio Ramírez Campos, director de Auditoría y Certificación Ambiental y de Juan Ramos Durán, jefe del Departamento de Protección y Vigilancia Ambiental, de echarle la mano al administrador Andrés Medina Lago?

Este último hizo referencia a un hecho similar en esa misma gasolinera, donde lo hallado fue diesel, combustible que no se expende ahí.

Pero, si hablamos ahora de gasolina Nova, de presencia de plomo y de una mezcla aceitosa ¿no pudiera ser que esa mezcla se hubiera acumulado por años en el subsuelo cavernoso del centro chetumaleño, proveniente del autoservicio de lavado y engrasado que estaba ubicado a escasos 50 metros de la gasolinera, sobre la avenida Juárez y que hubiera rebozado con combustible fugado de los propios tanques de almacenamiento de Servimar?

Ya sólo me resta comentar que las alcantarillas de los alrededores de Palacio de Gobierno siguen oliendo a gasolina. Si no, pregúntele a cientos de niños que se dieron cita en la explanada el pasado 30 de abril.

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