Peleados con la transparencia

La política es un oficio que se practica en las sombras, manteniendo bajo reserva hasta el dato más inocente...

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La política es un oficio que se practica en las sombras, manteniendo bajo reserva hasta el dato más inocente, ya que la cerrazón es la norma porque los hombres del poder asumen que la información es su patrimonio, compartido con sus elementos de confianza con quienes mantienen una hermética relación de complicidad a toda prueba.

En Quintana Roo la transparencia fue convertida en un rehén de la burocracia que mantiene a buen resguardo todos los datos que pueden ser picosos, lo que explica la nula importancia social del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Quintana Roo (Itaipqroo), cuya respuesta es un “no se puede” como acto reflejo, incluso cuando les preguntas la hora a sus costosos y relajadísimos consejeros.

Esto lo planteamos porque los 10 Ayuntamientos son una especie de terreno minado para los alcaldes priistas que tuvieron la fortuna de triunfar en los desérticos comicios del siete de julio, y que en estos días han tenido que lidiar con todo tipo de asuntos heredados por sus antecesores, como si estos hubieran cerrado filas para desatar hipertensión y migrañas a sus sucesores.

Pero cada alcalde nada muy a gusto en aguas profundas dominadas por la oscuridad, despreciando la menor insinuación de transparencia porque así se acostumbra, tendencia atribuible a nuestro estilo muy mexicano.

Aquí  han sido ventilados los excesos del fallido ex alcalde capitalino Carlos Mario Villanueva Tenorio, quien fiel a la tradición mintió, ocultó y no lo han pescado, aunque el alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui reporta uno que otro expediente de lo más nauseabundo, fruto del desempeño de un joven que incursionó en política con motivaciones ajenas al beneficio colectivo, decidido a lograr sus propósitos más funestos.

Pero mucho pueden ser los alcaldes para avanzar en materia de transparencia y rendición de cuentas, activando sus portales con información de interés público para que el ciudadano esté al tanto de cómo y en qué se ejercen los presupuestos.

Las páginas virtuales deben contener todos los movimientos financieros de los ayuntamientos, precisando montos asignados a obra pública y todo sobre el gasto corriente, dejando que la luz ilumine las habitaciones sumidas en una noche perpetua sin estrellas.

                                     Se tambalea el Festival de Cultura

Lamentable que esté en vilo la edición del Festival Internacional de Cultura del Caribe, por ser un evento que puede ser benéfico para nuestro estado, con la condición de que no se inflen presupuestos. Pero un Festival austero y de calidad vaya que es posible.

Pero tal vez las limitantes permanentes y coyunturales de la Secretaría de Educación (y Cultura) sean la causa de esta nueva cancelación.

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