Peligros del elevado calor

El ser humano dispone de un mecanismo para regular la temperatura corporal, la termorregulación, que se activa cuando el clima alcanza temperaturas extremas (tanto por frío como por calor).

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Los intensos calores que hemos estado sintiendo en Yucatán no son obra de la casualidad sino de la causalidad. Tener en estas fechas varios días arriba de los 40 grados es resultado de los daños que estamos ocasionando a nuestro entorno ambiental. El ser humano dispone de un mecanismo para regular la temperatura corporal, la termorregulación, que se activa cuando el clima alcanza temperaturas extremas (tanto por frío como por calor) y aparecen una serie de signos y síntomas característicos. Esto ocurre fundamentalmente en niños, ancianos y personas con alguna patología.

También puede ocurrir en personas que toman medicamentos como anticolinérgicos, antiparkinsonianos o diuréticos, y en ocasiones en adultos sanos si se exceden en la exposición al sol.

Los centros de regulación del cerebro intentan mantener la temperatura corporal alrededor de los 37ºC. Con el ejercicio la temperatura puede aumentar a 38-39ºC sin ningún efecto perjudicial para la salud, siempre que el sistema de termorregulación mantenga su control. Para que el cuerpo mantenga este control necesita un equilibrio entre la producción y la ganancia externa de calor y la pérdida del mismo. Esta pérdida se puede realizar por convección, conducción, respiración y evaporación. 

Por reacciones naturales si no nos cuidamos se pueden presentar trastornos producidos por el calor que son resultado del fracaso de los mecanismos fisiológicos que mantienen la temperatura corporal ante una sobrecarga de calor interna o ambiental.

Es un síntoma que indica que hay un aporte insuficiente de sangre, oxígeno o glucosa al cerebro. El paciente lo describe como una sensación de vahído, con visión borrosa y tambaleo.

El desmayo no suele durar mucho y la recuperación es rápida. Tan pronto como el paciente se coloca en posición horizontal, el sistema vuelve a la normalidad. Una de las reacciones frecuentes es el llamado golpe de calor, el cual aparece cuando el organismo pierde el control de la temperatura corporal que sube por encima de los 40.5ºC, provocando daño en las estructuras celulares y en el sistema termorregulador, con un alto riesgo de mortalidad. El golpe de calor puede o no asociarse al ejercicio.

La invitación es a cuidarse mucho y no exponerse por periodos largos de tiempo al extenuante sol de la temporada.

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