'Pellizco' informático
Los diez mil equipos resguardados en el almacén resultaron un atractivo botín que, como el dulce atrae a las abejas, cautivó no a uno sino a varios ratones de dos patas.
De extraordinario puede calificarse el atrevimiento y la forma en que “amigos de los maestros” sustrajeron 75 computadoras laptop de la bodega de libros de texto gratuitos y mobiliario de la Secretaría de Educación Estatal (SEE), pese al estricto control y revisión del personal que allí labora.
Los diez mil equipos resguardados en el almacén resultaron un atractivo botín que, como el dulce atrae a las abejas, cautivó no a uno sino a varios ratones de dos patas que rápidamente maquinaron el hurto pensando que sería como quitarle un pelo al gato, sin que éste lo note.
Como dice el refrán: “En arca abierta hasta el justo peca” y eso es precisamente lo que parece ocurrió. Siendo un secreto a voces la millonada que allí se encontraba asentada, sería muy ingenuo pensar que fueron delincuentes comunes del rumbo quienes se birlaron las laptops; tampoco sería posible que una sola persona tuviera todo el tiempo del mundo para sacar y acomodar las cajas en un camión sin que el personal de guardia se diera cuenta; entonces, ¿quién pudo emular tal escape digno del célebre Harry Houdini? Un “compló”, denunciaría rápidamente a su pintoresca manera el Pejejito de Macuspana.
Las conjeturas de los maestros sobre el lugar en donde pudieran estar los equipos no apuntan a los tianguis o casas de empeño, otros ven “moros con trinchetes” apuntando sus sospechas en otro sentido. Faltando por entregar unas tres mil 500 computadoras, unos hablan ya de un autorrobo a fin de favorecer a algunos de los que en su examen sacaron menos de 70 puntos y quedaron fuera de las ocho entregas que ya van del Programa de Tecnologías Educativas y de la Información para Maestros de Educación Básica del Estado de Yucatán.
Los equipos, por sus características y su elevado número, no pueden perderse fácilmente, ya que pueden rastrearse en el momento en que éstos son registrados y activados a través de una cuenta de Microsoft que controla el sistema operativo y las licencias del software en los ordenadores, todos dejan su huella digital en la red.
Tras la denuncia interpuesta ante la Fiscalía General del Estado y la voluntad política reservada a las indagaciones, esperemos resultados satisfactorios y que prontamente se restituyan a la SEE para ser entregados a sus legítimos destinatarios, pues los 375 mil pesos en que se calcula esta pérdida difícilmente podrán retribuirse al fideicomiso.