En la última semana, el tema de las pensiones de los trabajadores ha vuelto a ser noticia, ahora es la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) quien lo pone bajo los reflectores. El secretario general de dicho organismo, José Ángel Gurría, presentó el estudio “El sistema de pensiones en México” del cual concluyeron que las contribuciones actuales de los trabajadores son demasiado bajas para asegurar una pensión de al menos el 50 por ciento del sueldo del trabajador al momento de retirarse.

Según las cuentas, la aportación actual del 6.5 por ciento debe duplicarse o triplicarse para alcanzar un promedio entre el 13 y el 18 por ciento del sueldo del trabajador para garantizar en un plazo de 40 años una pensión arriba del 50 por ciento de su salario. De no realizar estos ajustes se espera un déficit y la quiebra del sistema de pensiones Afores ya que demográficamente nuestro país tiene un incremento constante de personas pensionadas.

La visión no es equivocada, pero los patrones estarán en las mismas condiciones de destinar recursos adicionales a las afores para sumarle a las aportaciones de los trabajadores. La papa caliente brinca de mano en mano entre el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar), pues la bomba puede estallar en cualquier lado.

Previendo las consecuencias de la futura insolvencia en el pago de las pensiones, el Presidente Enrique Peña Nieto envió a la Cámara de Diputados una propuesta que tiene como fin reformar el Pensionissste, actual administradora de fondos para el retiro para transformarlo y separarlo administrativamente del Issste, constituyéndose en una entidad paraestatal financiera con personalidad jurídica propia y autonomía de gestión, es decir, alejar al muerto de la casa para que no apeste. 

Patear al hijo que nos pueda crear problemas es dejarlo a merced de las grandes aseguradoras que se abalanzarán sobre él para engullirlo y engordar sus capitales privados, así como el incierto destino que le espera en la Bolsa de Valores. De las organizaciones sindicales nadie chistó, Joel Ayala Almeida, presidente de la Fstse; Juan Díaz de la Torre, del SNTE; Bertha Guadalupe del Sagrado Corazón Rodríguez Sámano, de la Contu; Juan Ayala Rivero, del Sutgdf, todos aplaudieron la medida a la que calificaron de “bondadosa”. Ojalá el fin de esta historia sea como sus intenciones. El tiempo nos dirá.