El tibio nivel de las campañas en nuestro país, sin permitir la pimienta de los debates en toda forma y aderezado por el acentuado desprestigio de los políticos, ha generado un fenómeno de descalificación de los procesos a nivel de redes sociales, con tres exponentes de la fauna ya habilitados como curiosos candidatos.

Primero fue el gato Morris, en Xalapa (Veracruz), y esta mañana la Jornada difundió la nota del CANdidato, un perro San Bernardo llamado Titán, quien tiene en la mira la alcaldía de Oaxaca con un slogan: “el único que te confiesa que sí va por el hueso”. La agencia Proceso difundió también la nota del Burro CHON, quien pretende ser alcalde de Ciudad Juárez, Chihuahua.

“Lo llamaron CHON para identificarlo con un principio de vida, (por la unión de los símbolos químicos del carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno)”, precisa la agencia.

Hasta cierto punto, el lanzamiento de estos exponentes de la fauna puede ser algo chusco, en un territorio idóneo para ese tipo de manifestaciones altamente creativas en nuestro país.

Los candidatos en varias entidades no tienen algo novedoso que ofrecer a una sociedad que ya está cansada de verlos con su costal de promesas y soluciones para todo. De hecho, en varias entidades los estribillos son monótonos, sin nada nuevo que ofrecer a una sociedad que ya ha probado esa medicina milagrosa hasta el cansancio.

Los candidatos permanecen acostados en su zona de confort, eludiendo debates y poniendo un millón de trabas para participar en ellos, dejando que las campañas permanezcan ancladas en una zona de somnolencia insoportable. En muchos municipios y distritos los candidatos hacen labor proselitista con sus simpatizantes conquistados de antemano, por ser su voto duro y estar con ellos contra viento y marea. Pero en grandes estratos de la sociedad el mensaje de los candidatos no es recibido, creando las condiciones para un abstencionismo cuyos nubarrones ya se insinúan en el horizonte. A menos en el sur del estado la opción de las candidaturas independientes no cuajó, dejando esta novedad en municipios como Cancún, donde la batalla se vive a otroritmo por el cuantioso financiamiento.

Las redes sociales pueden ser un terreno propicio para la difusión de las propuestas de los candidatos, pero si estos se conforman con la repetición de propuestas muy manoseadas pueden ser desplazados por fenómenos que son fruto de la imaginación del mexicano, como el polémico candigato Morris.

Los políticos han sido puestos contra las cuerdas por estos candidatos de cuatro patas, sin que tengan capacidad de reacción en gran parte del país, a menos que los candidatos sean muy aceptados y con prestigio. Pero estos son tan escasos como un oasis en el desierto.