Personalidades tóxicas, personalidades nutritivas

Revisar y evaluar la personalidad y trabajar en ella para que sea más y más nutritiva hará que mejoren nuestras relaciones personales.

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Las personalidades tóxicas potencian nuestras debilidades,  nos llenan de culpas y de frustraciones.-  Ernie Zelinski, escritor

El ser humano es un “ser social” y, como tal, debe establecer vínculos saludables en su entorno, recordando que puede compartir con otros, sin dejar de ser él mismo. Es bueno saber acerca de los diversos tipos de personalidad para estar atentos a la nuestra y saber con quién nos relacionamos. 

Las personalidades tóxicas: contaminan, retuercen, emponzoñan, pisotean, destruyen, salan, agrian, pudren, sabotean, enferman y destruyen sus relaciones.  Lo hacen a través de: descalificaciones, ofensas, indiferencia, prepotencia, berrinches, golpes, falta de compromiso, desconfianza, celos, rechazo, soberbia, egoísmo, posesividad, autoritarismo, impulsividad, dependencia, adicciones, maltrato, sumisión, crueldad, resentimiento y masoquismo. 

Las personalidades nutritivas: alimentan, energetizan, suavizan, reparan, complementan, iluminan, armonizan y optimizan, a través de: respeto, comprensión, consideración, autocrítica, solidaridad, ternura, apoyo, comunicación profunda, humildad, compromiso, compañía, paciencia, tolerancia, contacto físico y emocional, escucha, reconocimiento, elogios, sensibilidad y empatía. 

Revisar y evaluar la personalidad y trabajar en ella para que sea más y más nutritiva hará que mejoren nuestras relaciones con: nuestro/a compañero/a de vida, hijos y amigos, es decir, con quien tengamos el privilegio de tratar en diferentes situaciones y circunstancias. 

Podemos lograr las mejores maneras para iluminarnos e iluminar a otros cada día, promoviendo ambientes de calidad para que florezcan relaciones maduras, responsables y  armónicas. No hay inmunidad para los virus del desamor y el egoísmo. Las buenas intenciones no son suficientes, hay que materializarlas en acciones generosas e inteligentes. 

Siempre ayuda elegir relacionarnos con personas que agreguen valor a nuestra vida para alcanzar un bienestar emocional y así sentirnos aptos para crecer y desarrollarnos plenamente.

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

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