En menos de dos días, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) fijó una postura a favor de las propuestas de reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto.
La noticia generó reacciones de grupos opositores y simpatizantes del gremio.

Algunos esperaban que el magisterio oficial pusiera el grito en el cielo, mientras otros simplemente mostraron  incertidumbre sobre esta nueva política educativa.

Entre las principales propuestas están que el maestro aspire a una plaza con base en sus méritos, que no pueda heredarla, sino que alguien más con igual o mejor capacidad la obtenga una vez que aquél se retire.

Para maestros de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), esta medida debió haberse puesto en marcha hace ya mucho tiempo, porque el sistema actual ha sumido la educación en un gran bache del cual no se ve por dónde salir.

Lo cierto es que el posicionamiento del SNTE fue emitido en medio de  “incertidumbres” propias del cambio de gobierno.El resultado de este acuerdo por el momento no se puede conocer, pero al menos ahora pinta mejor la relación entre el sector educativo y el Ejecutivo federal.