La actividad turística es un éxito en Quintana Roo, pero el beneficio para todos sus habitantes es aún una deuda pendiente, pues la disparidad entre sus municipios es tal, que la pobreza en algunos de ellos casi duplica el promedio nacional, de acuerdo al el Informe Anual de la situación de pobreza y rezago social de las entidades y sus respectivos municipios.

El 31 de enero pasado, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) dio a conocer el documento cuyos indicadores muestran a Quintana Roo como una entidad con mejoramiento continuo, pues su porcentaje de pobreza es el más bajo de la Península de Yucatán con 38.8 por ciento; a diferencia de Yucatán que tiene el 48.9 y  Campeche con el 44.7 por ciento.

Además, el documento construido con las mediciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), muestra que Quintana Roo tiene la menor disparidad entre las personas vulnerables por carencias sociales y las que no están en esa condición, pues la diferencia entre ambos indicadores es de 5.8 por ciento, mientras que Yucatán tiene el 10 y Campeche el 7.4 por ciento, lo que indica la polaridad social general.

Como dato adicional destaca que los indicadores de Quintana Roo y de Baja California Sur son bastante parecidos, el comparativo se hace porque ambas entidades fueron creadas el mismo día y año (8 de octubre de 1974) y en ellas la actividad turística es fundamental en su economía, aunque los indicadores del estado norteño son mejores, pero no tiene, por supuesto, la enorme inmigración que ocurre en Quintana Roo y que hace tan difícil mover los indicadores de mejora social.

Sin embargo, cabe decir que el desarrollo a nivel municipal es absolutamente dispar en Quintana Roo, pues Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos y Lázaro Cárdenas tienen porcentajes de pobreza superiores al 70 por ciento, cuando a nivel nacional es de 45.5; mientras que Tulum e Isla Mujeres están dentro del rango nacional, con 47.9 por ciento el primero, y 45.2 el segundo; y sólo 4 de ellos están por debajo de la media: Othón P. Blanco (que para efectos de esta medición incluyó aun al recién creado Bacalar) con 42.9 por ciento; Cozumel con 31.7; Solidaridad con 30.3  y Benito Juárez con 26.3 por ciento.

Luego entonces, es evidente que ni el éxito turístico, ni la mejora constante de indicadores se refleja en las comunidades originarias de Quintana Roo, pues cabe decir que los municipios con mayor pobreza, son también el corazón de la llamada “zona maya”; además de que el éxito turístico de Tulum e Isla Mujeres tampoco ha traído suficiente bienestar a quienes ahí habitan, y los demás son los que mejor han cumplido, destaca Benito Juárez con los mejores indicadores estatales.

Si se traslada al terreno político y al desempeño de las autoridades los resultados del Informe Anual, ciertamente los municipios más pobres estuvieron gobernados por presidentes municipales diferentes a la actual mayoría priísta, pero entonces los resultados de Benito Juárez no cabrían en esta clasificación, gobernado durante algunas administraciones por partidos de izquierda o derecha, según se vea.

Si esto es así, entonces es un problema de capacidades y de actitud ciudadana con respecto a las políticas públicas instrumentadas; se trata de formación para gobernar, de proyecto de gobierno, pues sólo así puede construirse gobernanza. Y solamente así, por cierto, se construye una agenda pública que atiendan quienes gobiernan.

De seguir así, el éxito estatal no será nunca compartido por los ciudadanos. Sin capacidad para gobernar los municipios y sin involucramiento social, los indicadores no se verán reflejados en servicios públicos dignos; y platos de comida llenos, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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