Plagada hasta las entrañas, esta institución mantiene en sus nóminas a asesores, choferes, y pilmamas de los hombres de la cúpula del poder.

La institución  que  presume ser una enorme  familia de profesionales comprometidos con la noble tarea de llevar la luz del entendimiento y depositar la semilla del conocimiento; se ha convertido en un semillero de sin vergüenzas, de funcionarios corruptos, líderes sindicales alcahuetes, que lo mismo les da tener a parientes cercanos que recibir cochupos a cambio de tener a incrustados  en las nóminas del plantel educativo a sus recomendados.

De aplicarse la ley a cabalidad, cada uno de estos sinvergüenzas, deberían de estar encarcelados, según lo dispone la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos y el propio Código Penal vigente en el estado. 
En las nóminas que obran en poder de este medio para sustentar lo dicho, surgen como sanguijuelas decenas de aviadores, como es el caso de Cetina Archi José Felipe, chofer de Elina Coral Castilla, ex directora de esta institución y actual rectora de la Universidad de Quintana Roo. 

Cetina Archí José Felipe, aparece con el número 2823, con un cargo de administrativo especializado. 

Además de esta persona, Elina Coral Castilla, ligada con la secta “Nido de águilas”, mantiene también en las nóminas del Colegio de Bachilleres a Poot Jiménez Mercedes, quien funge como secretaria particular.

Otros nombres que surgen de la inmundicia y la más grave corrupción de la que se tenga conocimiento al interior del Colegio de Bachilleres, son Díaz Marcelino Ramón, quien aparece con el número de empleado 2983 con el cargo de administrativo especializado, adscrito a la Dirección General.

Este sujeto funge como chofer del actual síndico municipal Arturo Fernández; otro más es Bustillos García Alberto,  quien aparece con una plaza de analista técnico con número de empleado 09, y quien está comisionado con el mismo político, quien por cierto fue derrotado en los comicios locales de 2005, cuando fue candidato del PRI a diputado por el segundo distrito.

Arturo Fernández fue demolido en las urnas por el panista Mario Rivero Leal, reforzado en esa contienda por el partido Convergencia. 

La lista infame de aviadores y comisionados llega a todas las direcciones de la cúpula del poder, como el caso de Aníbal Hernández Villanueva Ex tesorero del ayuntamiento de Bacalar, quien devenga un sueldo, siendo funcionario de esa demarcación.

Otro más que cobra sin trabajar es Morcillo Ceballos Irma Elena, quien aparece con una plaza de jefe de oficina. Esta señora  es la madre del ex presidente municipal Andrés Ruiz Morcillo, presunto constructor de la urbanización del municipio de Bacalar, a través de sus empresas constructoras registradas con prestanombres. 

La larga lista pareciera interminable, y de ella surgen más nombres de empleados comisionados con importantes políticos, auto llamados los integrantes de la liga anticorrupción como el caso de Aguilar Fernández Ramón, sobrino de Arturo Fernández, ex director de bachilleres y actual síndico municipal en la llamada administración del cambio de Eduardo Espinosa Abuxapqui.

Nombres como: Zogby Cheluja, Serrano Téllez Pedro, conforman la lista de no menos de 200 comisionados. La lista de la impunidad seguirá dando de qué hablar, sin duda alguna.

Porque no se vale este tipo de privilegios de corte delictivo, tomando en cuenta que el gobierno del estado enfrenta una situación crítica que lo ha obligado a prescindir de cientos de empleados.

Por lo pronto, ahí están los nombres de estos favorecidos por familiares que ocupan posiciones de primera línea, y que en principio deben predicar con el ejemplo.

Porque esta lista desmoraliza e indigna a quienes han sido desprendidos de sus fuentes de empleo, siendo ante todo gente de valía.