Qué memorias me ha traído la nueva atajada de Nintendo. ¿Quién no recuerda la moda tan intensa que causó Pokémon cerca del año 2000, cuando los niños de aquel entonces gastábamos los $3 del lunch en papitas donde conseguiríamos los preciados tazos? Una realidad es que la fama de Pokémon Go se debe a que esta historia de monstruos ha crecido con la tecnología y los niños de aquel entonces, siendo el éxito de las consolas portátiles como el Game Boy y sus variantes posteriores.

Una adicción es una enfermedad crónica, primaria, de los circuitos de recompensa, de motivación y de memoria del cerebro y si bien para muchos fanáticos esta fiebre ya se ha vuelto adicción, la aplicación ha rebasado algunos límites de la psicología humana que estrategias pasadas no habían logrado, pues, a dos semanas de su lanzamiento, los aciertos obtenidos superan los del excesivo crecimiento de las acciones de Nintendo, pues han apoyado a sacar a muchas personas de la depresión demostrando que en una realidad, aunque sea aumentada, pueden alcanzar sus sueños; le otorga a los amantes de los videojuegos una razón para salir de casa. Según Google, las noticias sobre Pokémon han obtenido más búsquedas que la pornografía, además de que ha sido más usada que las redes sociales desde su creación y por medio de las “pokeparadas” nos ha mostrado hitos de la ciudad que desconocíamos. Aunque no todo ha sido tan mágico, pues muchos “entrenadores pokémon” han sufrido accidentes por descuidos, razón que llevó a una actualización para que la aplicación no funcione en altas velocidades, es decir, mientras conduces. 

No sabemos a dónde nos llevará el nuevo mundo Pokémon, pero en uno donde hay un poco de motivación para salir a caminar.