Populismo digital

Con el auge de las tecnologías de la información, las figuras de la función pública vislumbran como terreno fértil de los espacios digitales.

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Con el auge de las tecnologías de la información y comunicación, y por ende un crecimiento exponencial de usuarios en las redes sociales virtuales, figuras de la función pública vislumbran como terreno fértil de los espacios digitales para trasladar sus prácticas populistas o clientelares, con la idea romántica de que el número de seguidores podría eventualmente convertirse en votos.

Esto más que visión revela miopía de parte de los políticos, quienes ingenuamente contratan equipos de especialistas para sus cuentas con el fin de acrecentar su comunidad virtual en vez de construir la comunidad presencial, a la cual se deben. 

Es válida la interacción con los usuarios de internet, cuando las redes  son percibidas como herramientas de comunicación y no como una forma de hacer crecer su popularidad.

El que esté libre de haber caído en la dinámica de dar “regalos” a cambio de likes, fans, followers y favoritos, que tire la primera piedra.

Sin diferencia de color de cepa o nivel de gobierno, han escuchado el canto de las sirenas; obsequian cenas, boletos para conciertos, el fútbol, el béisbol, el cine y hasta playeras de la selección mexicana, a propósito de la fiebre mundialista por la Copa Brasil 2014.

La pregunta que asoma ante estas prácticas es recurrente entre quienes observamos su actuación: ¿de dónde sale el dinero para estas promociones? A esto se añade: ¿realmente influyen de manera positiva?, ¿cómo pueden medir si sus seguidores son potenciales votantes? Si fuera así, ¿por qué desaprovechar el canal de comunicación de las redes sociales con estas medidas que a la larga resultan intrascendentes para el usuario, incluso para el que obtuvo el beneficio?

Esta manía se ha acentuado conforme llegan a Mérida más eventos, hasta parece que hay alianzas estratégicas con los promotores.  En este contexto también se revela la ingenuidad de los políticos, porque se les olvida el porcentaje de yucatecos que no tienen acceso a la red. De acuerdo con datos del INEGI el 74.7 de los hogares del estado no tienen el servicio de internet.

Mejor que se pongan a trabajar en su materia y capitalicen las redes sociales para elevar su desempeño y el beneficio de la sociedad, porque la credibilidad de un funcionario no se construye con regalos o tuits, sino con hechos comprobables.

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