'Perdí a causa de las redes sociales', dijo Evo Morales ante el resultado del referendo para decidir si se le permitía la reelección o no. Y sabe qué, no está tan equivocado. Las redes sociales son el mejor foro de libertad de expresión, pero también un centro para la desinformación y las peores expresiones humanas que en la cotidianidad, quizá por guardar las apariencias, jamás nos atreveríamos a publicar.

Tomemos el reciente caso del City Manager de Miguel Hidalgo, que se fue a las calles, celular en mano y transmitiendo en vivo por Periscope, para evidenciar a todos los automovilistas que estaban mal estacionados. Ya salió Derechos Humanos a decir que incurrió en una falta por no cuidar la información privada de los ciudadanos. O sea, por andarlos balconeanado sin que dieran su consentimiento previo. 

Aquí entra el debate: ¿hasta dónde termina la libertad de expresión y empieza el acoso o el bullying? A cada rato vemos en las páginas de Facebook publicaciones en las que acusan a una persona de ser violador, ratero, estafador y cualquier cantidad de cosas que se le ocurra, con todo y fotos tomadas del perfil privado del presunto acusado. ¿Quién es más delincuente, el que acusan o el que está robando fotos privadas y publicando con la intención de difamar?

Hay un dicho que reza: Lo que fulano dice de zutano habla más de fulano que de zutano. Las redes sociales parece que fueron diseñadas para comprobarlo. A mí me sorprende enormemente la capacidad de las personas para hablar de los políticos. Cómo la gente les dice que son tontos, ineptos, rateros, vendidos y cualquier cantidad de cosas. Sí, entiendo que no hemos tenido muy buena suerte con nuestros representantes, pero decirle a una que es prostituta ya es muy fuerte.

Yo estoy a favor de usar todas las herramientas de información, para que la gente esté bien enterada y tome decisiones responsables. El asunto es la forma en que se usan. Está bien que el City Manager salga a las calles a supervisar y corregir a quienes caen en alguna infracción, pero la forma o el sentido de superhéroe que le dio es lo que no corresponde. El presidente transmite en Presicope muchas veces, en reuniones, encuentros o momentos antes de acontecimientos importantes, y es algo que satisface la curiosidad de las personas.

También estoy a favor de la resolución de Derechos Humanos, de exigir que se cuide la privacidad de las personas. Y esto es un precedente para todas las publicaciones de Facebook, de las que ya hablamos. Quienes se sienten ofendidos pueden ejercer una acción, penal incluso, ante quienes lo están difamando y eso incluye desde el que hizo la publicación inicial hasta todos los que la compartieron con sus amigos. Moraleja: si no le consta, no lo diga ni comparta.