Por nuestro bienestar y el del entorno

La divulgación de los usos y costumbres se debe consolidar en nuestra sociedad, en su relación de respeto y mejora continua del medio ambiente.

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En el 2013 ha sido realmente importante la consolidación del proceso iniciado los últimos años en nuestra Mérida, en relación con el número de carreras tipo maratón y de caminatas de distancias medias, pero lo es más por el creciente número de personas que en ellos participan. Son eventos que no sólo permiten estimular el mejoramiento de las condiciones físicas de quienes participan, sino que son espacios y momentos de amplia convivencia de la sociedad, de todas las edades y condiciones sociales, eventos que deben aprovecharse para construir la mejora continua de la ciudad y los usos y costumbres de quienes la habitamos.

Todo esto viene a colación porque en más de una ocasión, la última el pasado diciembre, he circulado horas después de terminados estos eventos por las vías que los alojaron y no puedo evitar comentar la pésima imagen que dan las calles y camellones llenos de bolsas de plástico y envases utilizados por los competidores para su hidratación durante la competencia.

Sin duda estos eventos, en los que participan personas preocupadas por la mejora continua de su condición física y su bienestar, deberían ser un ejemplo del correcto manejo de los residuos sólidos que en ellos se generan, es decir, de respeto al medio ambiente, depositándolos en contenedores estratégicamente ubicados.

Esto es algo que permanentemente se debe promover en todos los espacios y eventos públicos; las ferias, el carnaval, las noches blancas, los conciertos y bailes, los desfiles y todos los espacios y eventos que concentran a importante número de personas de todas las edades, como los zoológicos y las plazas, deberían ser espacios de enseñanza y aprendizaje de cómo debemos comportarnos para asegurar la sostenibilidad de nuestra ciudad.

La permanente divulgación de los usos y costumbres se debe consolidar en nuestra sociedad, en su relación de respeto y mejora continua del medio ambiente; es algo inaplazable, un proceso en el que cada día seamos más los que nos sumemos a este compromiso.

El futuro ambiental de Mérida está en manos de todos: estos procesos de educación continua deberían estar en todos los niveles, desde el jardín de niños, hasta la universidad, de manera permanente y progresiva.

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