PRD sin AMLO

En el nivel nacional los partidos de oposición están divididos, fragmentados como pocas veces, a la vez que el PRI se muestra unificado.

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2013 será un año electoral, su escenario serán 14 comicios locales a lo largo del país. Con la excepción de Baja California, serán contiendas intermedias y en Coahuila solo se elegirán ayuntamientos. De cualquier forma, el reto es importante y mucho más para el PRI, que es la organización que más tiene por defender, aunque el PRD y PAN también tienen lo suyo por los gobiernos que llevaron al poder en Oaxaca, Sinaloa y Puebla. El perfil que se anticipa es que los tres grandes partidos ganarán y perderán plazas.

En el nivel nacional los partidos de oposición están divididos, fragmentados como pocas veces, a la vez que el PRI se muestra unificado. Fue un error de Gustavo Madero la validación voluntaria del padrón de militantes después de la derrota electoral, la decisión era obligada, pero no en ese momento de desaliento, lo que explica los magros resultados. Jesús Zambrano se ha consolidado en el liderazgo del PRD; su apoyo han sido los coordinadores parlamentarios y los mandatarios locales. López Obrador está en la formalización de Morena como partido y eso le ha dado un respiro a la línea institucional de la izquierda.

La dinámica de las elecciones de 2013 es esencialmente local. El gobierno exitoso de Peña Nieto, la buena circunstancia del PRI y la mala del PAN en el nivel nacional no necesariamente habrán de ser los factores. Cada caso habrá de definirse por lo que sucede en cada estado, en cada municipio. Las direcciones nacionales de los partidos pueden hacer mucho apoyando a candidatos cuando están en la oposición, pero muy poco en el gobierno. Los mandatarios estatales tienen mano y eso tiene sus implicaciones, entre éstas la conducción imparcial de las autoridades.

El Pacto por México implica una nueva relación entre los partidos y entre el gobierno y la oposición. Los mandatarios locales, no solo los del PRI, deben tenerlo presente. Por otra parte, las alianzas electorales habrán de diversificarse. El PRD podría ir con el PRI en Baja California y el PAN con el PRD en los estados donde en 2010 ganaron en coalición. Queda por observar la recuperación del PAN o el desempeño del PRD sin AMLO, lo más relevante en la transformación del sistema de partidos.

Twitter: @berrueto
 

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