Preguntas y respuestas

Hay que practicarlas en el diálogo intrapersonal, es decir, con uno mismo. Si formulamos preguntas inteligentes y concretas, obtendremos respuestas inteligentes...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La inteligencia es una cualidad que se demuestra generando una buena cantidad de buenas preguntas y emitiendo algunas buenas respuestas.- Jostein Gaarder, escritor  

Cuando entablamos un diálogo creamos preguntas que provocan respuestas. Hay preguntas tontas, otras indiscretas; las hay maliciosas para comprometer al otro y las hay inteligentes. Las preguntas inteligentes son inspiradoras para crearnos una vida óptima. 

Hay que practicarlas en el diálogo intrapersonal, es decir, con uno mismo. Si formulamos preguntas inteligentes y concretas, obtendremos respuestas inteligentes. Ejemplo: ¿qué rumbo lleva ahora mi vida? Esta pregunta nos abre la posibilidad de corregir el rumbo y evitar el desastre inevitable al no lograr los objetivos que nos hemos propuesto para una vida satisfactoria. Hay un fuerte impacto cuando nos preguntamos acerca de nuestros sentimientos y pensamientos. Las preguntas de fondo, sirven para evaluar lo que nos es importante, también nos guían para la toma de decisiones; nos ayudan a definir cómo nos sentimos, a reconocer prioridades o reacomodarlas al clarificar nuestra visión de la realidad. 

Me gustan las preguntas que enriquecen. Se enfocan en la acción y ayudan a encontrar alternativas y opciones. Nos hacen responsables para ser actores de la propia vida. Las preguntas nos modifican el enfoque mental, podemos ver riesgos y sopesar costo–beneficio. La mente analiza y se nos ocurren ideas y opciones. Ej.: “¿Qué está a mi alcance para que esto funcione?”. “¿Qué puedo aprender de esto?”. También las hay de posibilidad: “¿Qué pasaría si…?”. “¿Manejo mi economía profesionalmente, conscientemente?”. 

Existen preguntas para tomar consciencia de las emociones, estados de ánimo y sentimientos, por ejemplo: “¿Cómo puedo prevenir y manejar mi coraje, mi ira?”. “¿Qué significado tiene esta situación para mí?”. “¿Qué puedo pensar o hacer para superar el miedo?”. 

Las preguntas de resultados son muy valiosas, ejemplo: “¿Cómo puedo interesar o involucrar a otras personas?”. “¿Qué sí está en mis manos cambiar?”. “¿En qué baso mis conclusiones?”. “¿Qué puedo crear para ganar más…?”. Las preguntas que llamamos de destino, como: “¿Qué es valioso en mi vida?”. “¿Qué es lo que quiero?”. “¿Cuál es la lección más importante que he recibido?”. “¿De qué estoy agradecid@?”. 

La verdad es que preguntas inteligentes crean una vida superior. Comprobemos el impacto de las preguntas en nuestros pensamientos, sentimientos y en nuestras decisiones y los “milagros” no se harán esperar.  

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton