Productores y niños DAW (2)

Es un lugar común: las computadoras no reemplazan el cerebro, pero común es también que los niños DAW tengan la "una", pero les falta el "otro"... ¡A pensar, niños!

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Así es, tiendas de “discos”, de las que encontramos en las principales plazas comerciales en cada ciudad de importancia en nuestro país, ¡existen!. Y esa es la meta de los que se involucran activamente y con la convicción de ocupar un lugar relevante en el género musical que representan.

Oportunamente, en estos días un buen amigo dedicado a la música desde hace muchos años, publicó el siguiente texto haciendo referencia al tema de la anterior columna, y a ésta, a continuación la comparto:

“Las computadoras no son realmente instrumentos musicales y la única manera de escuchar lo que produces es de hecho, en una computadora. La creatividad humana es la interfaz definitiva. Es mucho más poderosa que un ‘mouse’ o una pantalla táctil”. - Thomas Bangalter.

Al trabajar en medios de comunicación como televisión y radio a nivel “broadcast”, pude compartir conocimientos directamente con ingenieros y profesionales de Alemania, Estados Unidos, Rusia, Japón, Argentina, Chile, Canadá y por supuesto México, y la conclusión siempre es la misma… el grado de improvisación se manifiesta cada vez más, la iniciativa es de aplaudirse, pero los resultados en más del 75 por ciento son de calidad muy inferior.

Lamentablemente casi en su totalidad los niños DAW (abreviación en inglés de “Digital Audio Workstation”) padecen sin saberlo, y sin querer aceptarlo, el “efecto del Lago Wobegon”, que impide canalizar ese ímpetu y energía hacia la preparación y el acercamiento a las instituciones (escolares) y empresas donde se manejan estándares internacionales (este problema no es exclusivo de México).

En plática con profesionales de medios de nuestro país, también coincidimos en el abuso del título “productor”, en algunos casos ni se acerca al concepto, y en donde se encontró un título de más valor y es  “realizador”, que son los que se llevarían el merito de la total concepción de una obra, y esto no es regla, es la conclusión de un grupo en crecimiento de profesionales activos en la industria del entretenimiento.

Tengo contados amigos que se tomaron la molestia de viajar y prepararse a conservatorios, o universidades especializadas como el SAE en España (hay uno ya en México) GMartell, Universidad de Palermo, La Salle, etc.

Pocos también con la oportunidad de haberse desarrollado en empresas del ramo logrando los más altos estándares… mientras que el autodidacta de recámara en casa de sus padres (nuevamente cito a un buen amigo) creen por el “efecto del Lago Wobegon”, que “están creando a la altura de Mozart y actúan como tal”.

¡A trabajar! Que en la preparación está el futuro de todos… mientras tanto Groove on!

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