¿Prohibir la propina?

Estudios del Dr. Michael Lynn han demostrado que la relación entre la calidad del servicio y el porcentaje de propina otorgado es sorprendentemente débil.

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Restaurantes han empezado a prohibir la propina (como The Linkery), junto a abogados (como Justin Swartz) que promueven su ilegalidad.  Si se prohibiera, sería por injusta e irracional. Si no me cree, reúnase con un acompañante en un lugar donde el café sea rellenable sin cargo extra. 

Digamos que pidió dos cafés y, después de 3 horas de servicio y muchas rellenadas, la cuenta se cerró en 40 pesos: ¿cuánta propina dejaría… 10% (4 pesos), 15% (6 pesos) o 20% (8 pesos)? 

Tal vez usted se sienta un espléndido filántropo dejando el 30% (12 pesos).  Sin embargo, en este caso en particular, una propina justa sería cerca del 100% si nunca faltó café en la mesa, sobre todo si el lugar esta al tope. 

¿Por qué? Primero, los meseros viven de las propinas y, segundo, tienen un número limitado de mesas. En el tiempo que usted se pasó las horas tomando un río de café, ese mesero perdió la oportunidad de tener clientes a quienes venderles comida y obtener una propina adecuada.

¿Cómo decide usted cuánto dar? Estudios del Dr. Michael Lynn han demostrado que la relación entre la calidad del servicio y el porcentaje de propina otorgado es sorprendentemente débil. 

Hay toda una lista de atributos que incrementa las propinas aún más que el buen servicio: ser una mujer atractiva en los treintas, tocar el hombro del cliente o una agradable sonrisa. 

Sin embargo, el mayor efecto positivo sobre la propina lo provocará, aunque no lo crea, el mesero poniéndose en cuclillas… el simple hecho de agacharse junto a la mesa. 

La propina discrimina. Gracias a ella, cada vez que ingresaban mexicanos al restaurante donde trabajaba en Texas, los meseros estadounidenses iban corriendo en mi búsqueda: son tus paisanos, tú los atiendes. 
Un 10% de propina es mediocre en EE.UU. y eso hace a los mexicanos “bad tippers”.

Aun así, la principal razón para prohibir las propinas es porque promueven una conducta despreciable: según Magnus Torfason, de Harvard, los países donde se presenta una mayor tendencia a dar propina son los mismos que reflejan los mayores índices de corrupción.

Sin la propina, los meseros recibirían un sueldo equitativo y podría tener otros incentivos y bonos más justos del restaurante. Y, si no estás de acuerdo, ¿qué esperas para depositarme una propina por este artículo?

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