Seguramente ha iniciado el año 2014 con un cúmulo de buenos deseos e intenciones.

¿Ahora sí a hacer ejercicio? ¿Modificar hábitos alimenticios? ¿Bajar los kilos extra? ¿Casarse o divorciarse? ¿Trabajar y dejar el calor y confort de la casa paterna, a sus treinta y cinco años de edad? ¿Pagar la tarjeta de crédito y no endrogarse ni con la financiera? ¿Ser más proactivo y tener una actitud más positiva? ¿Ser menos pesimista y quejumbroso?

Si algún otro buen deseo faltó por incluir, más vale que lo haga en este momento pues recuerde que basta con pensar en algo para que su subconsciente empiece a trabajar, subliminalmente, en su favor, sin olvidar lo que reza el precepto bíblico: “Ayúdate, que yo te ayudaré”, o lo que yo siempre digo: “Lo que la mente enfoca, la mente provoca”.

Ahora es cuando empiezan los retos, pues cada año, mes y día, o trabaja en lo que ha deseado lograr para este año o sus buenos deseos se convertirán solo en eso: buenos propósitos e intenciones de año nuevo.

Pero recuerde lo que reza el refrán popular: “El camino al infierno está empedrado de muy buenas intenciones”.

Para lograr cualquier propósito, piense en lo que desea alcanzar, luego tome lápiz y papel y plasme exactamente qué es lo que desea lograr, por qué, para qué y para cuándo; después, establezca metas intermedias y los pasos a dar -fijando siempre plazo para ello- a fin de percibir el avance en el logro de los objetivos planteados.

Tenga la certeza de que todo lo que se proponga y trabaje para lograrlo le llevará menos tiempo del previsto y obtendrá más de lo inicialmente propuesto.

Pero también es tiempo de reflexionar en la forma y calidad de vida a disfrutar para cuando llegue la edad de su retiro, cuando las fuerzas lo hayan abandonado, o los hijos se desentiendan de usted y deba entonces depender solo de las pocas fuerzas que le queden y sobrevivir con los nulos, pocos u holgados recursos acumulados a lo largo de su vida laboral.

Si fue previsor, quizás disfrute de una pensión que le ayudará a sufragar los gastos más elementales y a no depender de la caridad pública, o del mendrugo y aceptación de los demás.

En este 2014, sea previsor y procure ahorrar en la cuenta individual que le administra su Afore, haciendo aportaciones complementarias de retiro, y asegúrese un mejor futuro, pa´ cuando llegue la vejez.

Siga enviándome por medio de http://sipse.com/miretiroypension sus dudas e inquietudes y si requiere de información amplia o detallada, utilice [email protected]; por último, no deje de leer el artículo Plan de Vida y Carrera y mis mejores deseos para este año.

Si desea que algo pleno y satisfactorio ocurra en su vida, haga por que ello suceda.