Propuesta para mejores logros

Es bueno recordar los aciertos pasados porque en ello está el aliciente para seguir adelante con la esperanza de un buen resultado.

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El valor de un hombre se mide por la estima que siente por sí mismo.-  Francois Rabelais, escritor

Algunas personas carecen de la confianza en su capacidad para aprender. Dudan de sí mismas, no se consideran tan inteligentes como las demás y están convencidas de no tener las fortalezas necesarias para afrontar las situaciones menos fáciles de su vida. Su autoconcepto es muy pobre y por lo tanto los resultados en lo que emprenden son mediocres y frustrantes. 

En cambio, las personas, que piensan en positivo de sí mismas se esfuerzan empleando sus capacidades y así sus logros se manifiestan una y otra vez dándoles la motivación para seguir adelante, ya que se tienen en un alto concepto, confían en su inteligencia, creatividad, buen juicio, en su capacidad de aprender, etc. Tales personas cultivan interiormente la convicción de que sí pueden salir avante tanto en los desafíos cotidianos como en los extraordinarios. 

Cuando reconocemos nuestras aptitudes y también nuestras limitaciones actuales nos podemos esforzar en la dirección correcta y los resultados de lo que emprendamos serán satisfactorios. Hay que vencer el miedo al riesgo y aunque siempre existe la posibilidad de cometer errores tendremos la confianza de repararlos y más que nada, aprender de ellos. Es importante mejorar nuestro nivel de competencia atreviéndonos a aceptar nuevos desafíos alimentando la fe en Dios y en nosotros mismos.

Así construiremos diariamente nuestra autovalía y autoestima. Es bueno recordar los aciertos pasados porque en ello está el aliciente para seguir adelante con la esperanza de un buen resultado. Al ver el futuro con optimismo, esta “visión” nos nutre de aliento y entusiasmo. Cuando “el viento nos es contrario”, lejos de desanimarnos se estimula la creatividad para seguir avanzando, crece el ingenio y confiamos en el apoyo de los demás.

Luego entonces, una autoestima bien plantada la adquiere la persona con confianza en sus capacidades, al asumir sus responsabilidades y correr riesgos conscientemente. Pone toda su atención y energía en los momentos cruciales de su acción. En lugar de sabotearse con sus miedos, los afronta y maneja desarrollando sus aptitudes y poniéndolas a su servicio.  Pensemos: la autoestima no nos lleva a algo mágico, vago y abstracto sino a percepciones concretas y por ende a mejores logros en la vida. 
¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

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