¿Puede un hombre ser histérico?
La histeria está catalogada como un padecimiento que afecta tanto a hombres como a mujeres y su nombre técnico es trastorno o neurosis de conversión.
Etimológicamente, no. Un hombre está impedido de ser o ponerse histérico si nos atenemos al origen de la palabra: del griego hystera, útero o matriz que, en los tiempos de Hipócrates, se creía que era un órgano móvil, que iba de un lado a otro en el cuerpo de la mujer y cuando se alojaba en el pecho producía los trastornos que acompañan al padecimiento, los cuales pueden ser desde sofocos hasta desmayos e inclusive ceguera.
Le llamaban la enfermedad del útero ardiente. Esta creencia se mantuvo hasta ya entrado el siglo XIX y el tratamiento, a cargo de un facultativo y en consulta formal, que consistía en masajes clitorianos hasta producir orgasmo, se extendió tanto que en 1880 fue considerada una epidemia, por lo frecuente del mal y lo socorrido de su tratamiento.
Para mala fortuna de quienes la padecían y de quienes daban el tratamiento, la ciencia fue desvelando los mitos y hoy día la histeria está catalogada como un padecimiento que afecta tanto a hombres como a mujeres y su nombre técnico es trastorno o neurosis de conversión. La causa puede ser una crisis piscológica o el estrés y se manifiesta en enfermedades ficticias.
De modo que ya lo sabe usted: si se pone histérico no se preocupe, no es por su útero. Tómese un té de tila o de pasiflora o haga yoga, es muy bueno para asentar los nervios. Servido.