La carrera por la Alcaldía de Mérida tomará forma esta semana con la inscripción de los candidatos ante el organismo electoral y será el momento en el que evidenciarán, al menos los dos principales partidos políticos, qué rumbo seguirán sus campañas.

Se vislumbra que el PRI entre al periodo de proselitismo directo con las propuestas, su candidato participa por segunda ocasión consecutiva en un proceso, por lo que ya es conocido, y ahora el posicionamiento ante la sociedad podría venir en el sentido de ubicar un mensaje y pedir el voto desde el inicio de la campaña.

Se espera que el PAN empiece la etapa electoral presentando a su abanderando, posteriormente dé a conocer sus propuestas y en la recta final solicite el sufragio.

¿Y la chiquillada? Pues está en aprietos porque aún no tiene candidatos, pero no lo reconoce.

A pesar de que critican y critican a los “partidos grandes”, estos institutos están teniendo problemas para que alguien les acepte las candidaturas, de lo contrario ¿qué caso tendría seguirlos guardando a estas alturas del proceso electoral? ¿Estarán respetando el periodo de silencio?

En el interior del Estado el tricolor intentará obtener un resultado favorable en la mayoría de los municipios, principalmente los grandes, y en los distritos electorales locales y federales; mientras que el blanquiazul revisa sus estrategias para contender en los  distritos locales y federales en esa región de la entidad.

El PRD se ha acuartelado en el sur del Estado con la esperanza de ganar Tekax, afianzar a la izquierda en Oxkutzcab, retener Tixméuac y Xocchel y avanzar en otros municipios de mediano tamaño.

También será interesante ver el papel de los candidatos independientes, el mensaje que mandarán estos candidatos a diputados locales y a presidentes municipales y si reprocharán a los partidos políticos el trabajo que le da a un ciudadano obtener las firmas para finalmente alcanzar la candidatura.

En el trayecto de aquí al día de la jornada electoral del 7 de junio, la sociedad debe “pulir la lupa” para ponerla sobre los institutos políticos y sus candidatos y decidir con los ojos bien abiertos a quién le darán su valioso voto.