¿Qué más puedo querer?

A ti Virgencita de Guadalupe te dedico mi día en tu día, doce de diciembre, fecha que todo rincón mexicano celebra, inclusive con mañanitas que cruzan fronteras para cantarle a nuestra preciada Emperatriz de América.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

A ti amada mía, mi más grande consuelo, mi luz de la noche y mi estrella del día, quien alumbra mi sendero y me levanta en las caídas; a ti, a quien venero con todo mi ser, mi buena madre, mi recurso ordinario.

A ti Lupita, madre de Dios y madre mía, te ofrezco mi corazón y agradecimiento, mi felicidad e ilusiones para que se las presentes a tu hijo y goces en ellas como madre que eres, mi estrategia perfecta para llegar a Jesús.

A ti Virgencita de Guadalupe te dedico mi día en tu día, doce de diciembre, fecha que todo rincón mexicano celebra, inclusive con mañanitas que cruzan fronteras para cantarle a nuestra preciada Emperatriz de América; quien con su mirada de dulzura atraviesa océanos llegando a cada continente y corazón... Contigo ¿qué me espanta?, ¿qué me aflige? Si estás tú aquí que dices tener la dicha y el honor de ser mi madre, si estoy en el hueco de tu manto y en el cruce de tus brazos, ¿qué más puedo querer?

¿Qué más, si llegaste vestida del sol, con la luna a tus pies y una corona de doce estrellas y decidiste pintarte de piel mexicana, de ojos morenos y aún así te hiciste chiquita, como gran fuente de humilde enseñanza, hablando una lengua indígena, pintándote de pobre y dirigiéndote a ellos y a los ricos, quienes son los verdaderos necesitados de ti?

¿Qué más puedo querer si nos trajiste a tu hijo, el mayor sacrificio, si pintaste en tu velo nuestro cielo, en tu manto nuestra tierra y en tu paz nuestra sonrisa?

¿Qué más puedo querer si eres portadora de la magia de la familia, pero en especial del mágico amor de Dios? Si te tengo, madre mía, si confío en ti y si recurro a ti, ¿qué más puedo querer?

Lo más leído

skeleton





skeleton