Queridos Reyes Magos

Un país en caos no conviene a nadie; y por supuesto que hay razones para estar molestos, pero también es cierto que generar más caos no ayuda en nada a resolver los problemas.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Todos nosotros sin excepción, hemos hecho nuestra carta a los Reyes Magos pidiéndoles algún o algunos regalos en estas fechas. Por ello, me he permitido escribir esta carta para expresar mis deseos para este año que inicia.

Primero, me gustaría pedir que todos comprendiéramos la importancia del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo; porque estoy seguro que mucha gente estará pendiente de este tema, porque será tendencia mundial, pero pocos realmente harán un buen análisis de que se ha hecho y que sigue en el futuro. Se empiezan a vislumbrar ya muchos eventos, muchas intenciones y muchas palabras sobre el Turismo Sustentable con poco fundamento, con una idea de salir en la foto más que realmente trabajar decididamente en el tema.

Segundo, me gustaría pedir mayor participación de todos en la construcción de la sustentabilidad; pero una participación constante, informada, con conciencia y que realmente logre tener incidencia; menos activistas de sofá y de Facebook, por ejemplo, y más gente que exija y que trabaje para buscar soluciones a los retos del turismo sustentable; que se sumen a proyectos, que trabajemos juntos y que cuando haya que criticar lo hagamos, por supuesto, pero con fundamentos sólidos y no solo replicando sin mirar lo que se comparte por ahí.

Tercero, que le vaya bien a México y a Quintana Roo. Un país en caos no conviene a nadie; y por supuesto que hay razones para estar molestos, para criticar a quienes toman malas decisiones y combatir las causas que no son justas; pero también es cierto que generar más caos no ayuda en nada resolver los problemas. Enfrentémoslos, resolvámoslos, votemos cuando sea necesario, critiquemos, sigamos a los funcionarios y exijamos, pero no vandalicemos las protestas porque eso trae consecuencias graves. ¿Se imaginan cuanto se perdió por los recientes bloqueos en las carreteras de Quintana Roo? ¿O por las decisiones de parar el transporte público? Y no hablo de los ingresos a las empresas (que ya es un tema), sino en horas hombre, en oportunidades de ingresos para nuestras familias, en pérdida de vuelos de visitantes y habitantes de nuestro estado.

Cuarto, que los planes y programas gubernamentales se consoliden a favor de la sustentabilidad. Que tengamos las primeras Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable del país, que se publiquen los Programas de Manejo de las nuevas Áreas Naturales Protegidas y de las pendientes (como Yum Balam), que más mexicanos puedan viajar a través de Viajemos Todos por México, que el Tianguis Turístico y otros eventos en el país se vuelvan eventos donde se disminuyen impactos ambientales y se maximiza la derrama económica, que haya más empresas y destinos certificados en sustentabilidad, que aprovechemos mejor nuestro patrimonio natural y cultural, que restauremos arrecifes, manglares y dunas costeras, y un largo etcétera.

Quinto y último, tolerancia, empatía y respeto. Podemos no estar de acuerdo con posturas o con acciones, y tenemos todo el derecho de decir lo que pensamos, pero antes de ello, pongámonos en los zapatos del otro y analicemos la situación a fondo; verán que es buen ejercicio.

Solo espero que esta carta llegue a donde debe llegar, y que podamos trabajar juntos para cumplir estos cinco deseos, y muchos más que tengamos en mente.

Porque la única forma de lograr lo que queremos lograr, es con trabajo, con constancia, con conocimiento de causa y con humildad.

Lo más leído

skeleton





skeleton