“El PRI ganó por el problema de la inseguridad”, me dijo ayer con certeza de opinión la directora de mercadotecnia de una empresa global estadunidense con ventas millonarias en México. Yo argumenté que mucho de lo que hoy vemos ya lo habíamos atestiguado los últimos dos o tres años: misma fortaleza macroeconómica hoy que con Calderón; mismo atractivo para las empresas extranjeras hoy que hace un año. Mejoró, dije, la capacidad negociadora del nuevo gobierno. Pero rápidamente atajó el director general de la firma global: “Lo que hay ahora es un manejo profesional de la comunicación”, aseguró; “No puedes estar viendo a los descabezados diario”, señaló.

Este es un tema que prácticamente todos los directores de las empresas internacionales operando en México están abordando durante estos días. Palabras más, palabras menos, todos dicen que la estabilidad macroeconómica y las oportunidades de negocio que se daban en el sexenio anterior también están ocurriendo en este. Las cosas no han cambiado… pero curiosamente se ven mejor.

Ayer un reporte de Acus Consultores —la firma de análisis económico de Alberto Calva— daba cuenta de esta paradoja. Decía el documento: “El crecimiento esperado del PIB para México es 3.55% para 2013”; pero más adelante señalaba: “42% opina que el clima de negocios para los próximos seis meses en México será mejor. 84% opina que la economía mexicana está mejor hoy que hace un año”. What?

Esa es la realidad de estos días, paradójica, incomprensible, sorprendente: el PIB crecerá menos este año, es prácticamente un hecho, pero la gente piensa que la economía va mejor. Un sinsentido.

¿Es magia? ¿Es atribuible, como dijo el director de la multinacional, a un “manejo profesional” de la comunicación? ¿Es que los mexicanos vivimos anestesiados, hipnotizados por el manejo de las palabras del equipo en el poder?

Una cosa es cierta: es diferente que antes. Y algo hacen muy bien Enrique Peña, Luis Videgaray y David López: están cambiando la narrativa, a una de éxito, de “sí se puede”, de creérnosla. Ya convencieron a la prensa internacional; y, al parecer, también a buena parte de los mexicanos… aunque la economía crezca menos que el año pasado.