Me caí de la nube en que andaba como a 20 mil metros de altura…- Canción mexicana de Cornelio Reyna  

Si buscas la “pareja ideal”, no existe, las personas reales tenemos virtudes y defectos. Amar significa decirle a alguien: “Sí, te quiero tal como eres aunque no correspondas a mis sueños y esperanzas; el hecho de que existas me alegra más que mis sueños”. 

Lo perfecto, entre los seres humanos, no ejerce ninguna atracción, ya que seríamos personas lejos de la vida normal. Somos seres humanos imperfectos con un anhelo de plenitud del que nace un impulso de crecimiento y mejora. 

Hombre y mujer nos complementamos. A cada uno le falta lo que el otro tiene y cada uno puede dar lo que el otro necesita. El intercambio positivo entre ambos es una de las columnas de la buena relación de pareja.

Cuando ese intercambio es negativo, cuando uno hiere y el otro se siente con derecho a vengarse, se establece un círculo maligno de acciones cada vez más destructivas que llevan al deterioro de la relación. ¿Cómo salir de este círculo vicioso? Haciendo a un lado, con inteligencia, la venganza y reanudar el intercambio positivo respetándose a uno mismo y al cónyuge.

Abandonar las malas maneras y aprender a negociar con recta intención y buena voluntad. Recordemos “más puede una gota de miel que cien toneladas de hiel”.  El equilibrio entre dar y recibir es lo que mantiene la relación. No dar más de lo que el otro pueda tomar y no querer  más de lo que el otro pueda dar. Decir concretamente lo que se necesita y/o desea y no presionar con expectativas que no se puedan satisfacer. 

Un amor sano es el que pasa del “amor emoción” (enamoramiento) al amor que no sólo mira sino que también VE y es realista procurando resaltar  lo bueno y lima las propias asperezas. Reconocer que el/ella tiene el mismo valor, como ser humano, que uno, y que a su propio paso avanza en el proceso de amarse y respetarse cada vez mejor a sí mismo y a su compañer@ de vida que eligió sin presión alguna. 

Hay quienes, creyendo que poseen la verdad absoluta, no soportan que su pareja tenga puntos de vista diferentes a los suyos. Hay que bajarse del pedestal y escuchar sin descalificar, e intercambiar razones en un diálogo sereno, con la mente abierta para discernir y ampliar el panorama.

Habrá ocasiones en que encontremos juntos mejores opciones y la vida en común se tornará armoniosa al brindarnos admiración y respeto mutuo.

¡Ánimo! hay que aprender a vivir!