Quinta columna, traición latente

La expresión «Quinta columna» se atribuye al general Emilio Mola, en una locución radiofónica de 1936 ante el avance de las tropas sublevadas en la guerra civil española hacia Madrid.

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El fin de semana, escuchando a Vicente Fernández y un trascendental párrafo de su canción Mujeres Divinas, me recordó el siguiente pasaje histórico.

La expresión «Quinta columna» se atribuye al general Emilio Mola, en una locución radiofónica de 1936 ante el avance de las tropas sublevadas en la guerra civil española hacia Madrid.

El general mencionó que, mientras bajo su mando cuatro columnas se dirigían hacia la capital (una que avanzaba desde Toledo; otra, por la carretera de Extremadura; otra por la Sierra; y la de Sigüenza), había una quinta, formada por los simpatizantes del golpe de estado, que, dentro de la capital, trabajaba clandestinamente en pro de la victoria patriota (traidores).

Cualquier semejanza con la actualidad es pura coincidencia. Cuántas veces ante la adversidad,  más allá de las diferencias en credo o religión, nos unimos para sacar adelante cualquier empresa de beneficio colectivo, y nunca falta el/la egocentrista, egoísta y traidor, que allende valores y principios nos vende o traiciona.

Este sujeto que se convierte en nuestra quinta columna hace hasta lo imposible por evidenciar o dejar mal ante muchos al solidario, utiliza argucias repugnantes como la compra de  conciencias y la venta de ilusiones a quienes, con actitud enfermiza, son víctimas del “canto de sirenas” y débiles de carácter. 

Pero, ¿cómo detectarlos, cómo saber que, mediante manipulación de cifras estadísticas o argumentos falaces, estos pequeños y oscuros sujetos llegan a tener el poder o la facilidad de engañar a muchos en “poco tiempo”? Nombres sobran en instancias e instituciones que se tambalean, valor falta para evidenciarlos y erradicarlos.

¿Acaso no la unión hace la fuerza?

Es lamentable cómo valiosos elementos buscan cotidianamente –sin importar malas noches y esfuerzos sobrehumanos-,  transmitir consejos, recomendaciones y acciones que se traduzcan en mejoras a la calidad de vida de los moradores del Mayab, mientras  encumbrados, sin importar los resultados y respondiendo al encono, intentan acallarlos… ¿Hasta cuándo toleraremos a la “quinta columna”?

Amable lector, sólo me queda destacar que, más allá de los “villamelones”, lucha por tus ideales, no cejes de esforzarte para alcanzar la excelencia. En el camino podrás tropezarte y perder batallas, pero la victoria es de los perseverantes y de quienes sólo piensan en los demás, sin importar su persona. Los beneficiarios de la salud y comunicación te lo reclaman. 

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